La Xunta reinicia el plan de dragado del río Lérez

Portos encarga una nueva batimetría para volver a analizar qué tipo de sedimentos hay entre la zona de Ence y el puerto del Club Naval ►El Parlamento aprobó este miércoles por unanimidad la iniciativa del BNG que pedía de los lodos que se extraigan se traten en tierra y no se echen al mar
Las embarcaciones amarradas en el puerto deportivo del Club Naval quedan encalladas cuando baja la marea. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Las embarcaciones amarradas en el puerto deportivo del Club Naval quedan encalladas cuando baja la marea. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La Xunta reinicia el proyecto de dragado del Lérez. Y lo hace con un nuevo estudio para analizar qué tipo de sedimentos se han acumulado en el fondo marino que será objeto de esta intervención: los 3,2 kilómetros que van desde la zona de Ence hasta el puerto deportivo del Club Naval.

La batimetría encargada por Portos de Galicia fue anunciada este miércoles por el diputado popular Jacobo Moreira en el Parlamento gallego, que debatía una proposición no de ley del BNG que pedía que los lodos contaminantes que extraigan del fondo del canal de navegación del río se traten en tierra y no se devuelvan al mar. La iniciativa nacionalista fue aprobada por unanimidad gracias a los votos a favor de PP, PSOE, Grupo Común da Esquerda y el propio Bloque.

Jacobo Moreira. Diputado del PP
"Os sedimentos terán que depositarse no punto que habilite o Estado. Polo de agora, esta zona de verquido está en Campelo"

El Gobierno autonómico no solo repetirá el análisis de los materiales que hay en el fondo del mar. La tramitación ambiental, que a principios de 2017 ya se había sometido a la fase de exposición pública y que recibió alegaciones en contra por parte del sector marisquero, tendrá que hacerse de nuevo. Y el motivo es, según explicó el propio Moreira, el cambio del punto de vertido.

En el último estudio impulsado por Portos, los técnicos concluyeron que para dragar el Lérez sería necesario retirar unos 330.000 metros cúbicos. La mayor parte de ellos, 221.000, se catalogaron como fangos y los 109.000 restantes como arenas medias y gruesas, cantos y gravas.

El mismo informe indicaba que el material extraído tendría dos salidas. El más lamoso se depositaría en la zona Suroeste de la isla de Tambo y el arenoso tendría un uso productivo: se utilizaría para regenerar zonas contaminadas e improductivas en Campelo, Combarro y Tambo.

Luís Bará. Diputado del BNG
"A que ven iso de buscar unha nova caracterización? Que estiveron facendo ata agora? As lamas e os áridos que hai aí son os mesmos"

Tras las quejas de los trabajadores del mar, la Xunta optó por cambiar el punto de vertido de Tambo a algún punto en la desembocadura de la ría de Arousa, hacia Sálvora. La previsión también se encontró con el rechazo frontal de los mariscadores arousanos. Y todo ello a pesar de que el Gobierno gallego defendía que los sedimentos que se iban a extraer eran "inocuos".

Portos quiere ahora que sea Madrid el que elija una zona de vertido. Y así lo verbalizó este miércoles a través de la intervención de Jacobo Moreira en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento. "Os sedimentos terán que depositarse no punto de verquido que habilite a Admnistración Xeral do Estado, co informe de Capitanía Marítima e co informe da Dirección Xeral de Costas ou órgano equivalente", afirmó el diputado del PP, que recordó que, "polo de agora, esta zona de verquido está en Campelo".

El parlamentario popular aseguró que, en ningún caso, los lodos contaminados que se retiren del fondo del canal de navegación del Lérez se echarán al medio marino. Su destino serán los centros de tratamiento habilitados o algún vertedero.

Patricia Vilán. Diputada del PSOE
​"Danos medo que non exista unha data. Levamos case 15 anos de adiamento e de silencio por parte da Xunta"

DEBATE. A pesar del desbloqueo del proyecto, el PP recibió críticas de la oposición. Sobre todo por parte del PSOE, que trató –sin éxito– de que la iniciativa del BNG fuese más amplia. Los socialistas querían que el Parlamento instase a la Xunta a licitar la obra del dragado del Lérez antes de que acabase el primer trimestre de 2020 y que la actuación contase con una partida específica en los Orzamentos autonómicos, que solo habían incluido 50.000 euros para un proyecto que en su día se cifró 3.043.084,31 euros.

Finalmente, los populares utilizaron su mayoría en la Cámara para tumbar la enmienda del PSOE, que los nacionalistas apoyaban parcialmente al entender que no procedía urgir la contratación de la obra cuando no se habían hecho los estudios necesarios.

El diputado del BNG Luís Bará agradeció el apoyo a su propuesta no sin antes criticar la nueva batimetría encargada por la Xunta. "A que ven iso de buscar unha nova caracterización? Que estiveron facendo ata agora? Porque as lamas, os residuos e os áridos que están aí son os mesmos", dijo. "Consideramos positivo o acordo, pero imos estar vixiantes para que se cumpra coa máxima axilidade. Non imos poñer un pazo de tres meses porque non nos parece razonable a estas alturas. Pero seremos esixentes para que se peche a posibilidade de verquer esas lamas nalgunha das nosas rías", añadió.

La diputada socialista Patricia Vilán también hizo hincapié en los plazos. "Danos medo que non exista unha data. Levamos case 15 anos de adiamento e de silencio por parte da Xunta", dijo.

La obra se reclama desde 2005. En 2009 se hizo la primera ronda de consultas y la tramitación del dragado se inició en 2011.

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