La reforma de la carretera vieja de Marín se retrasa hasta el primer semestre de 2023

La Xunta sitúa ahora el inicio de las obras en el primer semestre del año que viene ▶ La Consellería de Infraestruturas activa la expropiación de doce parcelas necesarias para ejecutar los trabajos
Así será la reforma de un tramo de la carretera vieja de Marín. D.P.
photo_camera Así será la reforma de un tramo de la carretera vieja de Marín. D.P.

La reforma de la carretera vieja de Marín se retrasa a 2023. Aunque la previsión era que las obras comenzasen en el primer trimestre de este año, la Xunta sitúa ahora el inicio de los trabajos en el primer semestre del año que viene

El nuevo calendario que maneja la Consellería de Infaestruturas se hizo público este lunes, el mismo día en el que el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicaba el decreto que declara la utilidad pública y dispone la urgente ocupación de los terrenos para ejecutar esta actuación. Los servicios autonómicos destinarán 31.630,20 euros a la expropiación de las doce fincas necesarias para la reurbanización de un tramo de 490 metros de la denominada PO-546.

El trazado del vial que será humanizado está situado en el barrio de Estribela. Los trabajos consistirán en la ampliación de las aceras, de modo que tengan un ancho mínimo de dos metros. Además se acometerá la ampliación de la plataforma en dos de los puntos del trazado para que los peatones puedan circular por la zona con seguridad. Esto obligará a realizar un relleno y un muro de contención, así como la demolición de varias edificaciones en ruinas. 

En el margen derecho de la PO-546, en un tramo de 25 metros, se hará una estructura voladiza apoyada sobre la plataforma del vial, con losa de hormigón de cinco metros de ancho. De ellos, 180 metros serán transitables. En otro tramo de 50 metros se construirá un muero de contención para afianzar la infraestructura.

La obra, que rozará los 900.000 euros, incluye la ampliación de aceras, nuevo alumbrado, tres 'lombos' y otras mejoras 

Las obras de mejora, que contarán con un presupuesto que rozará los 900.000 euros, también incluyen la mejora del alumbrado; la instalación de tres ‘lombos’, que tendrán iluminación específica e inteligente, de modo que detectarán a los peatones en las inmediaciones de estos pasos sobreelevados, activando así elementos de señalización; el fresado y reposición del firme y el arreglo de la señalización horizontal y vertical, así como de los elementos de drenaje y todos los servicios que pudieran verse afectados.

Los trabajos, que incluirán mejoras en las paradas de autobús, tendrán un plazo de ejecución de doce meses. La reforma de otros dos tramos de la carretera vieja de Marín, también previstos, se harán ‘a posteriori’.