La Justicia frente a Sinaí Giménez y su séquito

Los juzgados de A Parda acogen a partir de esta semana un doble proceso judicial con Sinaí Giménez, 'rey de los gitanos', sus hermanos y familiares más próximos como protagonistas. Una paliza a un abogado centra este martes la atención a la espera del próximo 'encuentro' con los Zamoranos

Sinaí y algunos de sus hermanos en el interior y exterior de los juzgados de A Parda. G.GARCÍA
photo_camera Sinaí y algunos de sus hermanos en el interior y exterior de los juzgados de A Parda. G.GARCÍA

Este martes no será el día, aunque lo parezca. El Juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra ha citado para el juicio a la plana mayor del clan de Los Morones. Sinaí, rey de los gitanos, y su séquito, sin embargo, juegan con ventaja y varias cartas en su mano. En primer lugar, apostarán por cambios de última hora en cuanto a su representación letrada, lo que desemboca en casi todas las ocasiones en aplazamientos. Por si ese ardid no fuese suficiente, la fuga de Juan Paulo, actualmente en busca y captura como presunto autor del tiroteo de la pedida de mano en O Porriño, provocará la suspensión de forma irremediable.

El primer gran juicio contra la familia que dominó los mercadillos ambulantes de la provincia de Pontevedra en las últimas décadas será aplazado, salvo que el citado Juan Paulo, uno de los principales acusados de propinarle una brutal paliza a un abogado hace casi cinco años, aparezca en escena para ponerse en bandeja de la Guardia Civil, que le persigue por irrumpir en un evento multitudinario a disparo limpio.

La mañana de este martes, en cualquier caso, servirá de pistoletazo de salida a una espiral judicial que sitúa a Los Morones en general y a su líder Giménez Jiménez en particular en el ojo del huracán. Pese a que todo apunta al citado aplazamiento por la ausencia de su hermano, el rey de los gitanos (condición que logró, según él, hace escasos meses) hará acto de presencia en A Parda, donde espera recibir el apoyo de muchos de sus simpatizantes.

Harina de otro costal será el plenario que comenzará el lunes, relacionado con la brutal pelea entre Morones y Zamoranos en el mercadillo de Cangas en 2014, enfrentamiento que derivó en una serie de choques entre clanes y que acabó con la operación Vida, investigación de la Guardia Civil aún en fase de instrucción y que retiró de la circulación por varios meses a Sinaí y a sus principales colaboradores, que no eran otros que su padre, el entonces rey Olegario, El Morón, y sus hermanos Juan Paulo, Marino y Saúl, entre otras personas. En la reyerta no participó, que se sepa, el pistolero que permanece en fuga, por lo que existen argumentos de peso que hacen pensar en que la vista sí comenzará en tiempo y forma.

El juicio previsto para este martes, que ya fue aplazado en una ocasión en marzo, procede del supuesto ajuste de cuentas que acabó en la absolución ante la amnesia selectiva de los testigos ocurrido en la vivienda del citado Olegario Giménez, que entonces aún era rey de los gitanos, en abril de 2014. Varios miembros de su familia, entre los que destacan sus hijos Sinaí, en aquel momento príncipe de los gitanos, Juan Paulo, Saúl y Marino, se enfrentan a penas de cárcel que suman más de 30 años después de propinar una brutal paliza a un abogado, primero, y a dos guardias civiles, después.

El letrado fue blanco de las iras de Los Morones después de atender, según el relato del fiscal, a aquellas dos personas que habían acudido a casa del patriarca para cobrarse una deuda, el guardia forestal y el exguardia civil que en el mencionado juicio hicieron lo necesario para no meterse en más líos con el clan gitano.

El relato de los hechos que detalla el fiscal en su escrito de acusación deja claro que la gran presencia de agentes de la Guardia Civil en el lugar de los hechos no fue suficiente para frenar el presunto ímpetu agresor de los allí presentes.

Los dos juicios de esta semana, el de la operación Vida y uno más de tráfico de drogas en Salamanca, horizonte de Los Morones

Los acusados comenzaron por amenazar a los guardias civiles que estaban realizando grabaciones en los exteriores de los juzgados de Tui el 30 de abril de 2014, según la acusación. Lo más grave, sin embargo, sucedió a posteriori, cuando se supo que los investigados por el intento de ajuste de cuentas quedaban en libertad. En ese momento, el abogado que salía de los juzgados se convirtió en el objetivo. El fiscal explica que Juan Paulo, "con la intención de castigarle por haber logrado la puesta en libertad de su cliente, ordenó a distintas personas de las allí presentes, entre las que estaban D.J.G., M.C.G.J. y S.J.G. (este último menor, todos ellos miembros del clan de Los Morones) que fuesen a por él".

Las dos mujeres y una tercera no identificada, junto al entonces menor, propinaron una paliza al letrado, que quedó inconsciente y sufrió fracturas en dos costillas, además de otras contusiones. El fiscal pide para cada una de ellas seis años y medio de cárcel, pues además de esta agresión, tomaron parte de las siguientes, que tuvieron como víctimas a varios agentes de la Guardia Civil que intentaban poner fin a la increíble escena.

En cuanto vieron lo que sucedía, varios miembros del Instituto Armado se interpusieron entre Los Morones y el letrado, recibiendo por ello, según la pública acusación, botellazos, golpes y empujones varios. Uno de los agentes sufrió lesiones que le impidieron trabajar durante más de 100 días y que le dejaron secuelas.

La Fiscalía atribuye a los procesados delitos de atentado y de obstrucción a la Justicia en concurso con otro de lesiones.

Las penas que solicita para el resto de procesados, que en total suman 30 años y medio de cárcel, se reparten en seis años y medio para J.P.G.J., cuatro y medio para S.G.J., y uno y medio para M.G.J., todos ellos hermanos del ya citado S.G.J. e hijos del anterior rey de los gitanos, Olegario Giménez, El Morón.

El edificio judicial de A Parda reforzará al máximo las medidas de seguridad para la celebración de la vista oral, para la que ha reservado la sala de vistas en dos jornadas consecutivas y en la que deberán comparecer, además de todos los acusados citados, multitud de guardias civiles. El letrado apalizado no reclama nada por ello.

Para la semana que viene queda el plato fuerte, con un banquillo de los acusados que incluye a Sinaí y cinco Morones más junto a otra media docena de personas, todas ellas pertenecientes al clan rival de Los Zamoranos. El rey de los gitanos se enfrenta a una posible condena de 13 años y medio de prisión por varios delitos de lesiones en un altercado que se inició por apenas unos metros de espacio ocupados en el mercadillo ambulante de Cangas do Morrazo el 16 de octubre de 2015.

Para ambos juicios se espera un fortísimo dispositivo de seguridad, dado que Los Morones ya han anunciado una gran presencia de personas en la zona.

La ausencia de Juan Paulo será decisiva este martes
El Juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra se verá obligado, salvo sorpresa mayúscula, a dictar un nuevo aplazamiento de la vista oral. El motivo es la más que previsible incomparecencia de Juan Paulo Giménez, uno de los principales acusados que se haya fugado de la Justicia tras su presunta participación en el tiroteo de O Porriño. Sin embargo, el Penal 1 deberá dictar una orden propia de búsqueda para iniciar el juicio sin su presencia.