Sobre el modo de ocultamiento, que quedó acreditado tras el testimonio de los funcionarios de prisiones, el investigado explicó que en las zapatillas ocultaba la cocaína y las pastillas. Las bolas de hachís, sin embargo, las escondía en el ano.
La primera en declarar en el juicio fue Sonia Isabel, también acusada y drogodependiente, que aseguró haber sido cacheada "de forma integral, desnuda del todo, sin ropa interior", antes de entrar en la cárcel para el vis a vis con su compañero. La acusación le atribuye la introducción de la droga y su entrega a Juan Manuel. Ella defiende que no llevaba nada. "Al entrar me cacheó la Guardia Civil con los perros y dentro me hicieron un segundo cacheo, y tampoco encontraron nada".
La droga, que apareció en poder de su pareja, fue incautada inmediatamente después del vis a vis. Sin embargo, nadie cacheó a Juan Manuel antes del encuentro, por lo que no es posible acreditar si, como él asegura, llevaba ya la droga, o si se la entregó su Sonia Isabel. "Al entrar no me hicieron ningún cacheo. Al salir uno integral. Me encontraron dos gramos y medio de coca debajo de la zapatilla", ya distribuido en bolsas. De allí le llevaron al hospital y comprobaron que llevaba tres bolas de hachís en su organismo. "Lo guardé yo antes de salir de la celda. Ella no me dio nada. Se lo compré en la cárcel a un moro del módulo al que llaman Mohamed. Era al que le pillábamos". El acusado aseguró que no podía dejar nada en la celda por seguridad.
La vista oral seguirá a finales de presente mes de enero.