San Antoniño: la zona 'underground' de la ciudad del Lérez

La calle vive una gran reactivación comercial gracias a la apertura de negocios relacionados con el mundo de la moda y la cultura, los cuales conviven con otros locales "de toda la vida"
Nombre: San Antoniño
¿Desde cuándo? 1961
Ubicación: Entre la Praza de Barcelos y Casimiro Gómez

Agosto de 2005, esa es la fecha que marcó un antes y un después en la calle San Antoniño, porque fue ahí cuando el gobierno local realizó la humanización de este barrio, ensanchando las aceras y asfaltando la carretera. Esta reforma provocó un lavado de imagen de esta zona, aunque el verdadero resurgir no se produjo hasta el 2019, cuando se finalizó la reurbanización de la rúa Lepanto, que incluyó la creación de una plataforma única, facilitando así el tránsito de peatones, y que generó una cierta reactivación comercial en este entorno.

"A raíz de la pandemia, hubo mucha gente que dejó de ir por Benito Corbal, la calle paralela, y prefirió venir por aquí porque no había ese bullicio de gente. A ello también le ayudó la reforma de esta calle transversal, Lepanto", recuerda Encarna Otero, propietaria del establecimiento de arreglos de ropa A Punto, el cual abrió hace 15 años.

¿Y qué ocurrió a raíz de la implantación del modelo de ciudad en esta zona? Pues que comenzaron a abrir nuevos negocios en esta calle, los cuales, casualmente tienen algo en común: son proyectos innovadores, distintos a lo que ya existe en la ciudad del Lérez, y que llegan para romper los moldes actuales. Uno de los mejores ejemplos de esto es la tienda vintage Culebra Studio, que abrió en febrero de 2022.

"Yo vivía en la calle Altamira y esta siempre fue una zona que me gustó. Cuando surgió la idea de abrir el local, estuvimos mirando otras partes de la ciudad pero al final por ubicación, precio y por el estilo de la calle, decidimos venir para aquí», explica su dueña Cecilia Paredes, que define esta vía como "la calle underground de la ciudad", ya que, tal y como ella misma afirma, "todos los negocios que se están empezando a gestar se dedican al arte, pero siempre tirando hacia lo alternativo".

Imagen antigua de la vía. ARCHIVO
Imagen antigua de la vía. ARCHIVO

En esto está de acuerdo también Rubén Vázquez, de la tienda Percalandia, que también abrió sobre la misma fecha que el anterior y también es un claro ejemplo de un negocio diferenciador. "En apenas 50 metros, la gente puede encontrar cine, puede encontrar ilustración, videojuegos, arte, música... esta calle se está culturizando mucho y eso es algo brutal porque se está rejuveneciendo bastante, que es lo que necesita el entorno".

A esta culturización ha aportado también su granito de arena el último establecimiento que llegó a esta calle. Fue el Café de Cine, un bar que cuenta con una sala de proyecciones y que se trasladó hace apenas una semana desde la rúa Pintor Rafael Alonso al local que hace esquina con la vía Perfecto Feijóo y que antiguamente era una tienda de electrodomésticos.

"Antes estábamos un poco apartados y a mí siempre me gustó esta calle. Es una zona con mucho movimiento y hay hasta 6 locales relacionados con el tema cultural, así que eso me atrajo", asegura el dueño, Jaro Pérez.

Capitaneando el sector cultural, en San Antoniño está también situado el Estudo Bonobo, una escuela de artes que abrió hace siete años y que es un referente en toda la ciudad.

"Viví casi toda mi vida en esta calle y el bajo en el que estamos era de mi abuela. Es la sombra de Benito Corbal y para mí siempre ha tenido un encanto especial", señala su fundador, Gonzalo Maceira, que reconoce que "aunque muchos negocios cerraron tras la pandemia, con el tiempo esta zona ha ganado mucha vida". "Es cierto que aún le falta mucho, porque es una calle que tiene mucho más que ofrecer, pero hay muchas iniciativas nuevas. La gente que está detrás de proyectos independientes no se puede permitir alquilar un bajo en una calle súper céntrica, por los precios, y ese es un motivo por el que también vinene para aquí".

Cerrando este círculo de negocios innovadores, está también el Frosty Bubble, una cafetería especializada en el té con burbujas que llegó a la zona en agosto de 2020.

Variedad de comercios

A esta lista de establecimientos se suman también otros más clásicos. Por ejemplo, el centro Lele Uñas, que abrió la semana pasada, o la barbería JC Barbershop, que lo hizo hace ocho años. El dueño de esta última recuerda como "al principio no era una calle que estaba muy bien vista y era un poco marginal, pero la reforma de la calle Lepanto le dio bastante caché".

Añadiendo negocios a la lista, están también los "de toda la vida", como la Frutería Sonia, la Panadería Xeve, la Farmacia López Isla, Chorigal o la Peluquería Tomás. La dueña de este último desde el año 2011, Maripaz Abreu, recuerda que su padre "cogió el traspaso en 1981", y, como veterana de la calle, asegura que "esto no tiene nada que ver con cómo era antes. Cuando era pequeña había muchísimas más tiendas", algo que achaca a "la falta de aparcamiento" y  "al precio de los alquileres, que deberían bajarlos".

La cara b de la vía

San Antoniño se puede dividir en dos partes claramente diferenciadas. Por un lado, la que da a la Praza de Barcelos, que es donde han abierto la mayoría de nuevos locales. Sin embargo, la reactivación comercial no ha llegado todavía al tramo más próximo a Casimiro Gómez, Allí se encuentran locales emblemáticos como el restaurante ManSeo, abierto desde 1992, o Almacenes Barcelona, el más veterano de la calle, tras 40 años de actividad.

También está Keysroom, un negocio de escape room, el alojamiento turístico Morriña Atlantica, el bar Ópalo Negro o la cafetería Mamá Sofía, que abrió en diciembre de 2021. En ManSeo aseguran que esta zona pasó "por muchos altibajos", y, aunque se mejoró en materia de circulación, "porque antes había coches que aparcaban en triple fila", creen que "hay que fomentar más los bajos comerciales".