Tráfico no incrementará el número de radares pero cambiará de lugar los menos eficientes

La Dirección General de Tráfico (DGT) no prevé incrementar el número de radares que prestan servicio en la actualidad, unos 750 entre fijos y móviles, pero sí hacer un uso más "eficiente y racional de los recursos", cambiando de lugar los que sean menos útiles desde el punto de vista de la seguridad vial.

"Lo que tenemos que hacer es sacar más rendimiento de esos radares que tenemos y ponerlos allá donde sabemos que la velocidad contribuye de forma incuestionable a la siniestralidad", asegura en una entrevista con Efe la directora general de Tráfico, María Seguí.

No obstante, la responsable de Tráfico ha dejado claro que seguirán existiendo radares en tramos "aparentemente seguros" a fin impedir que las velocidades se disparen, lo que a la larga también es un factor de riesgo.

En cualquier caso Seguí ha negado tajantemente que la DGT tenga un afán recaudatorio, como se le achaca desde algunos sectores, y ha recordado que todas las políticas de seguridad vial se financian a través de las multas que pagan los ciudadanos.

LAS CARRETERAS CONVENCIONALES A 90 POR HORA

Tal y como avanzó ayer en una entrevista con Efe el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, Tráfico tiene ya prácticamente decidido reducir la velocidad máxima en las carreteras convencionales de los 100 a los 90 kilómetros por hora, ya que las carreteras secundarias se consideran las más peligrosas al acumularse en ellas el 75 por ciento de los accidentes de tráfico con víctimas.

En cuanto a la posibilidad de elevar la velocidad máxima en autopistas y autovías hasta los 130 kilómetros por hora, la directora cree que es una hipótesis que "no se puede descartar" aunque rechaza que pueda plantearse como un "intercambio de cromos" con respecto a la reducción de la velocidad en secundarias.

LA ACERA, MEJOR PARA LOS PEATONES

Además de los cambios en los límites de velocidad, el nuevo Reglamento General de Circulación que prepara la DGT contempla una nueva regulación del uso de las bicicletas.

Aunque todavía no está decidido, Seguí es partidaria de que las bicicletas tengan prohibido circular por las aceras, salvo en aquellas en las que exista un carril exclusivo para los ciclistas.

Tráfico también apuesta por que el casco sea obligatorio para los ciclistas tanto en carretera como en ciudad, fomentando además su uso entre los más jóvenes, que son además los más vulnerables.

LA TASA CERO DE ALCOHOL, MÁS A LARGO PLAZO

La tasa cero de alcohol al volante es otra de las apuestas a largo plazo de la DGT, aunque Seguí cree que a día de hoy no es un asunto prioritario: "Tal vez no sea la batalla que haga falta lidiar ahora".

La responsable de Tráfico recuerda que todavía hay 100.000 infractores por alcoholemia con las tasas actualmente vigentes, por lo que considera que aún queda mucho recorrido para la mejora antes de abordar objetivos más ambiciosos.

EN BREVE, EL NUEVO MÉTODO DE CÁLCULO DE FALLECIDOS EN ACCIDENTE


Uno de los primeros anuncios de María Seguí al poco de llegar a la DGT, el pasado mes de febrero, fue la elaboración de una nueva estadística de los fallecidos en accidente de tráfico que incluya datos reales de las personas muertas en el hospital hasta 30 días después del siniestro.

Hasta ahora, la DGT calculaba este dato mediante un coeficiente corrector, lo que arroja una simple estimación, no un cifra totalmente contrastada.

La directora de Tráfico espera que hacia el próximo mes de septiembre se pueda hacer público el balance de siniestralidad ya con ese nuevo método de cálculo, cuyos datos -avanza Seguí-, no difieren demasiado con las actuales estimaciones.

Más preocupada se muestra Seguí con la evolución de la siniestralidad durante este año en comunidades como Cataluña, en la que la DGT no tiene competencias en materia de tráfico.

DEL "NO PODEMOS CONDUCIR POR TI" A LA SEGURIDAD ES COSA DE TODOS

Las nuevas campañas de comunicación que prepara la DGT darán un giro a los mensajes de años atrás. Del "no podemos conducir por ti" se pasará al mensaje de que la seguridad vial es cosa de todos y de que nadie puede permanecer ajeno.

La DGT también quiere acabar con los "estereotipos" sobre las víctimas de accidentes.

Esa falsa idea de que los únicos que pierden la vida en la carretera son hombres jóvenes que conducen por la noche después de haber bebido, cuando el perfil a lo largo del año es el de una persona que fallece al ir o volver del trabajo.

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