Acordes gallegos en la despedida del Festival de la Luz en Boimorto

El Festival de la Luz echa este domingo el telón con un toque de galleguidad, la que aportan Eladio y los Seres Queridos, Leña Verde y Cantigas da Terra

El Festival de la Luz echa este domingo el telón con un toque de galleguidad, la que aportan Eladio y los Seres Queridos, Leña Verde y Cantigas da Terra, que comparten cartel con Efecto Pasillo, Revólver, Juan Perro Son7, Miguel Poveda, Amancio Prada, Annie B. Sweet, Óscar Ibáñez, Mr. Cool, Raúl Rodríguez y Anaut.

La cuarta edición de esta "reunión solidaria de colegas" con filosofía propia, como suscribe la cantante que le da nombre, Luz Casal, se va despidiéndose, con música de la buena, de un aforo repleto de boinas y de carritos de bebé, estampas éstas que se entremezclan en el rural que vio nacer a la vocalista de renombre internacional.

La Luz, que ya no es la pequeña que correteaba por este lugar, dado que ha crecido, se subió al escenario principal, entre una enorme expectación y cuando todos se preguntaban si estaría, para compartir todo su arte con el grupo de rock and roll callejero por antonomasia, Burning.

Miles de personas, de todas las edades, han disfrutado este fin de semana de un gran espectáculo en el lugar de nacimiento de esta cantante gallega y, una vez más, se ha vuelto a comprobar que aunque el tiempo avance y cambien las modas, esto no afecta a esta peculiar convocatoria, en la que lo urbano llega hasta el interior, circunstancia que emociona a todo el cartel participante.

Este certamen solidario, puesto que la recaudación irá destinada a Médicos sin Fronteras, es una celebración muy curiosa que discurre entre el olor a purín y la verde hierba, en un terreno al que alguna, precavida, ha decidido acudir con botas de agua, que posteriormente ha ido alternando con zapatos de postín.

Luz Casal abre con esta cita "las puertas de su casa", -aunque no literalmente-, para que el público disfrute, no solamente de la música, sino también de la gastronomía y de una amplia variedad de actividades pensadas para compartir en familia.

La infraestructura de lo que es un macro-festival encuentra su acomodo en este escenario de terrenos agrícolas que se transmuta hasta convertirse en un impresionante plató que alberga a los mejores.

En el público, puede apreciarse la presencia de familias que acuden al completo -abuelos, padres, hijos e incluso bisnietos- y, como atuendo, llama la atención la "estética rupestre y campera", como algunos han acordado definir esta tendencia, aunque las lluvias no han permitido mantener por mucho tiempo los sombreros de paja, que han sido sustituidos por gorras, que dan una mayor protección.

Los asistentes han estado mirando, entre respeto e inquietud, un cielo que ha ido dando treguas, entre las débiles precipitaciones, y han confiado en que los claros que se van abriendo vayan aguantando.

En Boimorto, un espacio ondulado del interior de la provincia de A Coruña, salpicado de valles frondosos y bañado por ríos, la música domina una tierra de latidos románicos y con un medievo muy marcado por la influencia y gran poderío señorial del cercano monasterio de Sobrado dos Monxes.

Comentarios