Aunque dista mucho de las espectaculares cifras del mar de plástico almeriense, el agro gallego también genera cada año millones de kilos de este material. Concretamente, alrededor de 7.700 toneladas, de las que 4.800 son de silo, 900 de invernadero y 2.000 de bolsas para silo.
Estos son los datos que maneja la Consellería de Medio Ambiente, en cuyo enlace del Sistema de Información de Residuos de Galicia (Sirga) señala el problema medioambiental que supone "a práctica habitual do verquido ou da incineración de xeito incontrolado" de estos elementos.
Entre las causas de la proliferación de plásticos tirados en el campo se encuentran "o cambio na orientación produtiva das explotacións gandeiras
Unións Agrarias profundiza más en la cuestión y añade que en el medio rural gallego es frecuente ver una gran cantidad de plásticos agrícolas abandonados en terrenos e incluso escondidos entre la maleza o semienterrados para evitar sanciones por parte de la Administración.
Estos desechos no solo ocasionan un impacto sobre el paisaje y un problema de contaminación, sino que agravan las consecuencias en caso de incendio.
Según el sindicato agroganadero, entre las causas de la proliferación de plásticos tirados en el campo se encuentran "o cambio na orientación produtiva das explotacións gandeiras en moitas comarcas de Galicia, que está xerando novos residuos, incluídos tamén os neumáticos fóra de uso".
EN AUMENTO. Además, la cantidad de plásticos agrícolas va en aumento porque, por poner un ejemplo, "a tendencia das explotacións lácteas é producir máis leite en base a forraxe: por un lado para abaratar custes polo baixo prezo que se lle paga aos gandeiros e, por outro, porque en Galicia hai moita gandeiría intensiva, explotacións con moitas vacas e pouca superficie de campos. Moita forraxe significa moito silo e, en consecuencia, moito plástico", subraya Unións Agrarias.
A esto se suma que "o sistema de ensilado de herba mediante rotopaca implica o emprego de plástico que non é aproveitable noutro uso". El sindicato precisa que entre los motivos de la incorrecta gestión de estos residuos (abandono, depósito en puntos no indicados, enterramiento, quema, etcétera) pueden estar la "falta de información sobre o sistema de xestión e a falta de sensibilización sobre a problemática ambiental que ocasionan".
A ello se suma el hecho de que el programa de la Xunta para la recogida y el tratamiento de las miles de toneladas de plástico agrícola tiene sin sacar a concurso desde diciembre del año pasado su servicio de gestión, incluido el transporte y la valorización.
El último contrato tenía vigencia hasta noviembre de 2017 y la Consellería de Medio Ambiente confirmó el pasado viernes que la cuestión sigue sin solucionarse y que se está "analizando a viabilidade doutras vías de financiamento", porque anteriormente contaba con fondos europeos y ahora ya no es así.
Lugo fue la provincia donde más residuos de este tipo se recogieron (958 toneladas)
86 CONCELLOS ADHERIDOS. El año pasado, el programa de la Xunta para el plástico agrícola contaba con 86 concellos adheridos, de forma que los agricultores y ganaderos podían depositar sus desechos en los puntos indicados por cada ayuntamiento y, una vez que el punto de acopio tuviese una acumulación superior a la mitad de su capacidad, la empresa contratada pasaba a buscarlos. A través de este sistema, en 2017 se retiraron 1.555 toneladas de plásticos agrícolas, tal y como señaló el departamento dirigido por Beatriz Mato.
Lugo fue la provincia donde más residuos de este tipo se recogieron (958 toneladas), seguida por A Coruña (408 toneladas) y por Ourense (188).
Algunas empresas recicladoras, como la coruñesa Tyrma (Tecnología y Reciclaje de Materiales), siguen recogiendo estos plásticos generados en el agro, sobre todo en ayuntamientos de su entorno, según explicaba el pasado abril su gerente a Europa Press, "por un sentimiento de compromiso" con esos municipios. La misma agencia señaló que "en la última encomienda que le hizo la Xunta a esta empresa, un año hasta noviembre de 2017, por unos 20.000 euros", el gerente de Tyrma estimaba que su planta "se ocupó de unas mil toneladas de plástico agrícola", si bien actualmente se centra más en otro tipo de plásticos.
