Alejandro Sanz interpretó su emblemático tema "Corazón partío" en la 24ª edición de los Latin Grammy, con una puesta en escena muy andaluza, junto a un cuerpo de baile con abanicos y mantones de Manila, durante la gala que se celebró en Sevilla.
Con unas gafas de lentes oscuras y el pelo teñido de rubio platino, el artista proclamó su "orgullo" por ser español justo antes de una puesta en escena de arcos de inspiración andalusí y rodeado por un nutrido cuerpo de baile que ha zapateado y agitado mantones al ritmo de su conocida melodía.
Como anécdota, Sanz se vio obligado a repetir la introducción hablada a su canción por algún desajusta y mientras buena parte del público coreaba su nombre.
"Buenas noches, amigos y amigas. Esta noche hay tres cosas que me hacen sentir especialmente orgulloso: ser español, ser músico y miembro de la Academia Latina de la Grabación. Querida familia...", dijo, y el público comenzó a gritar "Ale, Ale".
Fue entonces cuando el artista dirigió la mirada a los asistentes, visiblemente incómodo, esperando a que se callaran. "Volvemos al principio", dijo molesto, arrancando un tímido aplauso del público, al que volvió a mirar para que dejara de aplaudir y volver a empezar.
¿Qué ha sucedido antes de la actuación de Alejandro Sanz? 🤔#LatinGRAMMY pic.twitter.com/p3qc85IJ8h
— Juan Martín Fdez. (@jumafe87) November 16, 2023
Y es que el cantante madrileño parecía serio, a pesar de que en las entrevistas previas trató de mostrar su mejor cara. Según han publicado varios medios, en la tarde del jueves dos inspectores de Hacienda acudieron al hotel donde se hospedaba y le notificaron el embargo de bienes para hacer frente a una deuda millonaria que tiene por la compra de propiedades en Estados Unidos.