Así es la 'drunkorexia': no comer para compensar las calorías del alcohol

Expertos alertan de este comportamiento entre personas jóvenes, sobre todo chicas, y urgen a reforzar la prevención
Jóvenes haciendo botellón. ARCHIVO
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La drunkorexia, que consiste en no comer para compensar las calorías que aporta el consumo de alcohol, se está poniendo de moda sobre todo entre los jóvenes, como advierte el epidemiólogo y psicólogo Albert Espelt

Aún no es un fenómeno clínico, pero sí es un comportamiento que se está observando en personas jóvenes que, en previsión de una ingesta de alcohol y del aporte calórico que esto supone, restringen el alimento, sustituyéndolo así por las calorías vacías que aportan las bebidas alcohólicas. 

Se observa sobre todo en chicas jóvenes, de entre 16 y 24 años, dado que las mujeres son las más afectadas por los trastornos alimenticios, explica en una entrevista a Efe Albert Espelt, jefe del departamento de Epidemiología y Salud Pública de la facultad de Ciencias de la Salud del campus Manresa de la Universidad de Vic.

Espelt advierte de que la pandemia ha influido en algunos trastornos y detecta también un cambio en el patrón de consumo de alcohol

Los expertos aún no saben hasta dónde va a llegar este nuevo fenómeno y no lo tienen cuantificado, pero sí hablan de que identificarlo es el paso previo a catalogar la drunkorexia como un trastorno psicológico relacionado con la alimentación. 

Se trata de una patología dual, es decir, propia de personas que tienen más de un trastorno psicológico, y habitualmente viene acompañada de síntomas de anorexia que empeoran por este consumo excesivo de alcohol. 

"Si no comes para poder ingerir alcohol, este alcohol es mucho más perjudicial para tu salud", recalca Espelt, quien también recuerda que si nos basamos solo en calorías "estamos haciendo un daño al cuerpo que no es necesario" y no estamos haciendo dietas equilibradas, porque "hay calorías que nos nutren y otras que no". 

Hay que tener en cuenta que la pandemia de covid-19 ha tenido influencia en trastornos como la anorexia y que la población más desfavorecida ha empeorado su alimentación, algo que repercute en este nuevo fenómeno. 

El experto constata que si no se come para ingerir alcohol este es "mucho más perjudicial" para la salud

El confinamiento disminuyó en un primer momento el consumo de alcohol, pero lo que se observa ahora en algunos lugares es un cambio en el patrón de consumo: "Antes del covid Barcelona no era un sitio de botellón, no había plazas llenas de jóvenes bebiendo, pero esto ha empezado a cambiar a raíz de la pandemia", cuenta Espelt. 

Esto no produce un aumento del consumo de alcohol entre los jóvenes, que se mantiene estable, aunque lo que preocupa es el modo en el que se consume, en forma de atracones que tienen como consecuencia comas etílicos, problemas de conducción o peleas.

La edad media de inicio de consumo de alcohol está en los 14 años y, según algunos estudios, un 24% de los jóvenes hace un consumo de alcohol de riesgo. 

Cuenta el experto que la mejor estrategia para abordar estos trastornos como la drunkorexia es siempre la prevención y "hacer más difícil el acceso al alcohol a los más jóvenes", además de contar en los centros educativos con personas capaces de detectar este tipo de procesos. 

"Esperemos que sea una tendencia pasajera y que no sea algo que ha venido para quedarse", confía Espelt.

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