Elena Cartea es un referente en el mundo científico gallego. Desde que finalizó sus estudios, primero como licenciada (1990) y después como doctora (1995) en Biología de la Universidad Santiago de Compostela, ha trazado una carrera profesional en ascenso. La viguesa ingresó como científica titular en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en 2000. Desde 2002 lidera el grupo de Genética, Mejora y Bioquímica de Brásicas y, en 2008, se convirtió en investigadora científica. Como directora de la Misión Biológica de Galicia, cargo que ejerce desde hace siete años, se ha empeñado en mejorar la visibilidad, nacional e internacional, del instituto. Durante su gestión, también se ha reforzado la plantilla científica, lo que ha permitido abrir nuevas líneas de investigación, enfocadas, especialmente, en temas agrarios y forestales, dentro del marco de la sostenibilidad y de mejora en la producción y en la calidad de los alimentos. Como si fuera poco, en su prolija vida profesional, los primeros días de julio fue nombrada vicepresidenta adjunta de Áreas Científico-Técnicas del CSIC.
¿Va a compatibilizar este nuevo cargo con la dirección de la Misión Biológica de Galicia?
Es algo que, si bien no es incompatible, no es realizable. A mí me faltaba un año para acabar mi mandato como directora de la Misión Biológica de Galicia y automáticamente tengo que cesar voluntariamente al servicio de presidenta adjunta.
¿Quién se quedará al frente de la Misión Biológica?
En este proceso de transición, que es bastante complejo y complicado, por todo lo que es la estructura organizativa del propio CSIC, se quedará el director adjunto que estaba conmigo en la sede de Pontevedra, Rafael Zas Arregui, como director en funciones hasta que haya un nuevo proceso y se nombre un nuevo director.
En la actualidad, el CSIC es el organismo público de investigación más importante de España. Es un sello y una garantía de excelencia
¿Qué objetivos se ha planteado en la vicepresidencia de Áreas Científicas-Técnicas del CSIC?
El CSIC es actualmente el organismo público de investigación más importante en España. Es un sello y una garantía de excelencia en la calidad de sus investigaciones, y todos los que vamos a formar el nuevo equipo directivo del CSIC tendremos como objetivo continuar la andadura que ha tenido en las últimas décadas.
¿Cómo recibió la noticia de su nombramiento? ¿Se esperaba esta nueva escalada en su prolija carrera profesional?
Realmente estar en una vicepresidencia adjunta del CSIC fue algo que me cogió por sorpresa. Yo estaba muy a gusto en la dirección del instituto, luchando para que creciera desde hace años. El hecho de que una cosa implique la renuncia de la otra, sí que es una decisión difícil de tomar. Sobre todo, porque es un reto enorme, un reto nuevo en mi carrera y que implica mucha responsabilidad, y muchas horas de trabajo. Evidentemente es algo que tienes que sopesar, pero que desde el primer momento he tomado con mucha responsabilidad y motivación.
La Misión Biológica de Galicia ha ganado en visibilidad y, sobre todo, en la plantilla científica que se ha visto reforzada con nuevos investigadores
Ha dirigido la Misión Biológica de Galicia desde el año 2015, ¿cuáles considera que fueron los principales retos que enfrentó durante su gestión? ¿Qué balance deja su paso como directora del instituto?
Es difícil resumir en dos palabras lo que ha pasado en estos últimos siete años, pero quizá lo más destacable sea que nuestro centro ha ganado en visibilidad, en proyección nacional e internacional y, sobre todo, que la plantilla científica del instituto se ha visto positivamente reforzada, con la incorporación de nuevos investigadores de plantilla y la apertura de nuevas líneas de investigación. Desde el año pasado, además, con la integración del segundo instituto, cuya sede que está en Santiago de Compostela, ha habido una restructuración de los departamentos y de los grupos de investigación, lo cual ha dado una proyección más significativa a las investigaciones que hacemos. Somos un centro de investigación agraria y forestal, pero dentro de estas investigaciones se trabaja también en temas de mejora genética vegetal, calidad alimentaria, ecología forestal, biología computacional, una línea reciente de suelos y cambio global. En conjunto, grosso modo, son líneas que intenta el estudio de los sistemas agrarios y forestales, dentro del marco de la sostenibilidad y de mejora en la producción y en la calidad de los alimentos.
