Beckham anuncia que ha comprado un terreno para construir un estadio en Miami

El campo, con capacidad para 25.000 espectadores y que implicará un desembolso de 300 millones de dólares para su construcción, se concretará con fondos privados
David Beckham y el empresario Marcelo Claure
photo_camera David Beckham y el empresario Marcelo Claure

El grupo de inversionistas que encabeza el exfutbolista inglés David Beckham anunció este viernes el cierre de la operación de compra de un terreno privado en Miami sobre el que se construirá el futuro estadio del equipo de esta ciudad para la Major League Soccer (MLS).

Con un mensaje en su cuenta de Twitter, el empresario boliviano Marcelo Claure, que forma parte del grupo inversionista, confirmó el cierre de la operación de compra de un terreno de propiedad privada, aunque no se ha revelado el monto de la adquisición.

El terreno ocupa una porción equivalente al 60 por ciento del área total que implicará el campo de fútbol para el equipo de la MLS, que se ubicará en el barrio de Overtown, al noroeste del centro de Miami.

Con esta operación, al grupo Miami Beckham United solo le resta cerrar la compra del resto del área necesaria, propiedad del condado Miami-Dade y con el que firmó el pasado mes de diciembre una carta de intenciones para adquirir el terreno, el cual el Gobierno local ha tasado en 9 millones de dólares.

El estadio con capacidad para 25.000 espectadores y que implicará un desembolso de 300 millones de dólares para su construcción, se concretará con fondos privados, tal como en el pasado lo anunció Miami Beckham United, que también está integrado por el creador del programa American Idol Simon Fuller.


La elección de este terreno de propiedad mixta en Overtown para erigir la sede del club constituyó el cuarto intento del grupo que encabeza el exfutbolista inglés de levantar en Miami un estadio y sede de la franquicia del equipo de fútbol que adquirió a la MLS.

Beckham no logró sacar adelante los dos primeros sitios que propuso para el estadio, en el Puerto de Miami y al lado del coliseo American Airlines, ante la oposición de varios sectores afectados, como el de los cruceros, además de asociaciones de vecinos y ambientalistas.

El grupo barajó un tercer lugar en el centro de Miami, junto al estadio de béisbol de los Marlins, un emplazamiento que exigía que el grupo inversor adquiriera una serie de viviendas ocupadas cerca de la zona proyectada para la obra, un aspecto que a la larga complicó la operación.

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