Casi la mitad de los gallegos cree que los inmigrantes tienen más derechos

La crisis provoca que solo un 34% de los gallegos considere la inmigración positiva para la economía de la comunidad, un porcentaje que ha descendido desde el 2010. Asimismo, un 47% opina que los inmigrantes tienen más derechos que los propios gallegos, mientras que una cuarta parte de los extranjeros ven su situación peor que cuando abandonaron su lugar de origen.

Así se desprende del segundo Barómetro da Innmigración, correspondiente a 2011 y presentado esta mañana en Santiago por el secretario xeral da Emigración, Santiago Camba. Este estudio se basa en 1.913 entrevistas hechas a gallegos residentes en la comunidad y en la diáspora y a inmigrantes de distinta procedencia que viven en Galicia.

Según comentó Camba, la coyuntura económica ha provocado también un descenso "importante" de la inmigración hacia Galicia y "cierto" retorno de hijos y nietos de emigrantes gallegos -principalmente originarios del cono sur americano- que habían llegado a la comunidad en los últimos años empujados por el empeoramiento de las condiciones de vida en sus lugares de origen.

MAYOR INTEGRACIÓN
El informe refleja que en el último año se redujeron las relaciones entre la población autóctona y la inmigrante, pero mejoró la calidad de las mismas. Al menos, así lo cree un 38% de los encuestados. También descendió el porcentaje, tanto de gallegos como de foráneos, que dice mantener relaciones habituales con el otro colectivo, al pasar de un 93 a un 88% en el caso de los extranjeros y de un 64 a un 57% en el caso de los gallegos.

Con todo, un 71% de los emigrantes afirma contar con algún gallego en su círculo de amigos más cercano. Al igual que en el ejercicio precedente, la mayoría de estas relaciones surgen en el ámbito laboral y también, aunque en menor medida, en lugares de ocio y a partir de amistades comunes.

Por otro lado, mientras la mayoría de los extranjeros y de los emigrantes gallegos acierta con el porcentaje de inmigrantes en Galicia -en torno a un 5%, por debajo de la media española-, buena parte de los nativos calcula la cifra por encima del dato real. Al respecto, Camba destacó que "sorprendentemente, los gallegos de la diáspora tienen un conocimiento mejor del fenómeno que los residentes en la comunidad, una percepción mucho más real".

Asimismo, un 37% de los gallegos considera que los inmigrantes están bastante o muy bien integrados, una opinión que también tiene la mitad de los foráneos. De hecho, casi la totalidad de ambos colectivos considera positiva la presencia de niños inmigrantes en las aulas, al opinar que no retrasan su funcionamiento.

UNA LEGISLACIÓN 'TOLERANTE'
En cuanto a la legislación vigente en la materia, solo un 9% de los gallegos que viven en la autonomía considera que es excesivamente tolerante, un porcentaje que se dispara hasta el 68% en el caso de los residentes en la diáspora. El secretario xeral lo atribuye a la "percepción de la gran evolución de la seguridad jurídica desde que ellos emigraron".

Por su parte, la mayoría de los inmigrantes ve la ley adecuada e incluso tolerante. Además, la mayor parte de los extranjeros cree que la regularización debe ser automática para todos aquellos que ya residan en España, mientras que la mayoría de los gallegos prefiere vincularla a un puesto de trabajo. En esta línea, un 60% de los nativos cree que el número de extranjeros en Galicia es alto o muy algo y un 30% que no debería haber más regularizaciones, mientras que más del 60% de los inmigrantes considera que la cifra es normal o incluso baja.

SOLO UN 27% DE LOS EMIGRANTES PIENSA EN EL RETORNO
En cuanto a un posible retorno a la comunidad de los gallegos residentes en el extranjero, solo un 27% de los entrevistados baraja esta opción de forma definitiva. Otro 50% baraja volver a Galicia de forma temporal, al ver esta decisión condicionada por la existencia de familares en sus nuevos países.

Pensando en estas personas, la Xunta está elaborando la Lei de Retorno en Galicia que, actualmente, está pasando por trámites jurídicos y se prevé que "pronto" llegue a la Cámara autonómica, según avanzó ayer Camba. El secretario xeral calificó la norma de "pionera", ya que ninguna comunidad cuenta con una legislación que defina esta figura.

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