Polémica por los casos de maltrato en la pareja

Custodia compartida: ¿ley de Salomón o camino hacia la igualdad?

¿Igualdad real o medida discriminatoria para las mujeres? La custodia compartida está de actualidad ya que la Asociación de Pais e Nais Separados promueve una ILP para establecerla como medida preferente. Algunas feministas niegan que sea efectiva para conseguir la igualdad y creen que puede ser un arma de doble filo para las mujeres
Lourdes Rodríguez y Antonio Montes
photo_camera Lourdes Rodríguez y Antonio Montes

La integrante del Colectivo Feminista de Pontevedra, de la Rede Galega pola Igualdade y la Sociedade Galega de Sexoloxía, Lourdes Rodríguez, y el representante de la Asociación Galega de Pais e Nais Separados en Pontevedra, Antonio Montes, debaten sobre la custodia compartida. La primera considera que imponer este régimen puede implicar perjuicios para las mujeres, que parten de una situación de desigualdad con respecto a los hombres por la propia estructura social. Por su parte, Antonio Montes reivindica el derecho de los niños a tener padre.

Antonio, ¿cuáles son sus argumentos a favor de la custodia compartida?
Antonio: Nuestra asociación lucha por los derechos de los menores, porque, por desgracia, cuando hay conflictos en la pareja, los daños colaterales los sufren normalmente los niños. Nosotros entendemos que la sociedad ha avanzado lo suficiente como para entender que tanto papá como mamá son aptos para cuidar a un menor, siempre que no haya ningún tipo de circunstancia que lo impida (y que tendría que determinar un juez). Nosotros hemos presentado en el Parlamento gallego una ILP sobre corresponsabilidad parental para la cual ya hemos reunido todas las firmas necesarias, pero queremos seguir hablando de este tema para informar a la gente. Además, hacemos un llamamiento a colectivos y asociaciones para que se sumen a esta iniciativa y hagan sus aportaciones a la ley. Entendemos que el documento puede ser mejorable y estamos dispuestos a introducir las modificaciones que consideremos necesarias. De hecho, nos estamos reuniendo con partidos políticos a nivel local, así como con diversas asociaciones, para mejorarla. Queremos que la ley que se apruebe en el Parlamento gallego sea justa, igualitaria y útil. Lo que no podemos entender es el rechazo en muchos ámbitos en los que no dejan lugar a debate. Hay muchos grupos que no han querido ni sentarse con nosotros a hablar.

Lourdes, ¿cuál es su opinión?
Lourdes: Nosotras estaríamos a favor de cualquier iniciativa legislativa popular que mejorara la ley que ya está vigente y que ya contempla la custodia compartida, aunque los hombres no la solicitasen hasta ahora. La ley de 2005 de separación y divorcio fue evolucionando con varias sentencias. Nosotras teníamos miedo a que muchos padres violentos tuviesen la custodia de sus hijos y ya hay una sentencia del 4 de febrero de 2017 que dice que se declara la incompatibilidad de la custodia compartida con la condena del padre por un delito de amenazas en el ámbito familiar. Es decir, que la justicia va avanzando. En lo que no estamos de acuerdo es en que se aplique de forma obligatoria y tajante porque los padres y las madres no están en una situación de igualdad. Nosotras luchamos por que la sociedad sea igualitaria y que disfrutemos de los hijos los padres y las madres. Pero las desigualdades entre hombres y mujeres no hacen posible imponer la custodia compartida, que generaría un conflicto todavía mayor.

¿Qué consecuencias puede tener para una mujer que se imponga la custodia compartida?
L: Yo cuando vi la ILP me quedé muy contenta, porque vi que padres y madres estaban trabajando por la igualdad. Pero vamos a pensarlo bien. ¿Es necesaria esta ley ahora cuando en realidad los padres que solicitan la custodia compartida son una minoría? Es cierto que están aumentando las solicitudes, pero eso no significa que las desigualdades entre hombres y mujeres desaparezcan, no van a la par. ¿Cuál es el objetivo real de la custodia compartida? ¿Que las mujeres y los hombres se desarrollen igualmente a nivel profesional y familiar y los hijos convivan con ambos? Yo creo que no. Pienso que a quien va a beneficiar es a los hombres que, con una sentencia de este tipo, dejan de pagar lo que tenían que aportar para ese hijo. Además, incluso en situaciones de lactancia se llega a imponer la custodia compartida. En esta ley encontramos un montón de detalles muy peligrosos que no me convencen.


"Creemos que la sociedad ha avanzado como para entender que los hombres podemos cuidar a un niño" (Antonio)

"No se tiene en cuenta el porcentaje de mujeres que renuncia a su carrera por el cuidado de los hijos" (Lourdes)

"Los violentos, ya sean hombres o mujeres, no tienen cabida en la ley que proponemos" (Antonio)

"Me parece la ley de Salomón: coges el niño y, por real decreto, mitad para uno y mitad para el otro" (Lourdes)

"La custodia monoparental impide que el niño se relacione con una parte de su familia" (Antonio)

"Todas las personas a favor de la igualdad deseamos la custodia compartida, pero partiendo de la igualdad" (Lourdes)

"Hay que poner más medios para hacer seguimiento de cada caso de forma personalizada" (Ambos)


¿Creen que la custodia compartida debería ser impuesta?
A: Creo que es necesario y además es algo que hemos escuchado de forma reiterada durante nuestra recogida de firmas en la calle. Lo que comenta Lourdes es cierto, por eso en la ILP hemos contemplado desde el principio que la custodia compartida no tiene cabida si hay una condena por violencia de género. Solo hablamos de violencia al principio de la ley y se deja bien claro desde entonces. Esta es una ley adaptada al código civil gallego y para la violencia de género ya tenemos una ley de normativa estatal y penal que está por encima de nuestra ILP. Los violentos, sean hombres o mujeres, no tienen cabida en esta ley. Nosotros hablamos de personas que son aptas para cuidar a sus hijos y que, por suerte, son la mayoría. En lo que se refiere a desigualdad, también se produce en muchas ocasiones en contra de los hombres, porque la mayoría de las custodias monoparentales son en favor de las mujeres y los hombres se ven abocados a la exclusión social porque tienen que asumir muchos gastos. Para evitar este tipo de conflictos derivados de las separaciones creemos que lo mejor es que se reparta la custodia, así como los bienes en común que tiene la pareja para que ninguno de los dos acabe en una situación de exclusión social.

¿Pero se tienen en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres?
A: Yo soy consciente de que hay muchos padres que todavía no quieren esto y soy de la idea de que a una persona no se le puede obligar a cuidar a su hijo si no quiere. También conozco a hombres que se han dedicado al cuidado de los niños mientras que sus mujeres trabajaban fuera de casa y pienso lo mismo; si se separasen no creo que el padre tuviese que quedarse con la custodia de los niños. Sería necesario personalizar y analizar cada caso de forma independiente, lo que pasa es que la saturación de los juzgados dificulta esta tarea. Aún así, esta no puede ser una disculpa para que uno de los progenitores deje de criar a ese niño. Hay que pensar sobre todo en el beneficio del menor. Se suele poner por delante el tema económico y la violencia antes que el niño. También pienso que, tanto el juez como los servicios psicosociales del juzgado deberían especializarse más en estos asuntos para detectar este tipo de casos. Creo que si no se detectan es por saturación o falta de formación.

Un argumento muy utilizado para la defensa de la custodia compartida es decir que es lo mismo que la corresponsabilidad durante la vida en pareja...
L: Los datos son muy claros. Las mujeres están asumiendo la mayoría de las tareas familiares, tanto en lo que se refiere al cuidado de mayores como de niños. Las mujeres emplean mucho más tiempo en las tareas del hogar que los hombres. Un 58% de ellas renuncian a su carrera profesional al tener a sus hijos, según un estudio que manejamos en el colectivo. Todo eso -además de las secuelas físicas y el desgaste emocional- no se está teniendo en cuenta. Cuando hay un divorcio tiene que considerarse que la mujer pudo haber dejado su profesión para cuidar a su familia durante unos años. No se le puede pedir que recupere su carrera porque no es fácil y esa mujer no va a poder hacerse cargo de la mitad de los gastos. Del mismo modo, no se le puede obligar a vender la casa familiar y repartir los beneficios. Ese niño tenía un hogar y esta ley dice que se puede vender ese hogar para que haya un bien económico que se pueda repartir. A mí me parece la ley de Salomón: coges al niño y, por real decreto, mitad para uno y mitad para el otro. Algo impuesto nunca va a ser aceptado porque siempre va a haber una parte que se considere perdedora y va a estar pensando en la revancha, algo que no beneficia al niño. En un matrimonio entras con unas expectativas de futuro, con amor por una persona y, contigo, tu familia y tus amistades. Al haber una ruptura hay que ver al niño. Si hay una economía más o menos pareja las dos personas pueden razonar y decidir que la prioridad es el niño. Pero cuando hay una desigualdad terrible y te imponen la ley de Salomón va a haber alguien que va a sentir que dio parte de su vida para nada y que, aún por encima, perdió. Esto es echarle más leña al conflicto.

¿No se trataría precisamente de eliminar el problema de raíz y de que las madres puedan tener una carrera profesional e ingresos al igual que los hombres?
L: Todas las personas que estamos en favor de la igualdad deseamos la custodia compartida, pero actualmente no estamos en igualdad. Tenemos que empezar desde el principio: la educación. Los hombres tienen que acostumbrarse a llevar un bolso con ‘clínex’ por si el niño tiene que limpiarse los mocos, por ejemplo. Yo tengo compañeras que no pueden venir a los congresos porque tienen que quedarse con su madre mientras sus maridos se van a sus congresos. Seguimos estando a años luz de nuestros compañeros en lo que se refiere al ámbito profesional y eso nos repercute en la vejez, en la jubilación y en los divorcios. Cada caso tiene que ser estudiado y la normativa actual no impide que el hombre pueda tener una custodia compartida. Vayamos evolucionando poco a poco salvando esa brecha entre los dos para que unos no se sientan perdedores en una guerra. No podemos ser partes enfrentadas porque las parejas, que normalmente se quisieron muchísimo, no pueden acabar queriendo machacarse. Es mejor que nuestras familias no sufran, que nuestros amigos tengan que decidir si ir con uno o con otro pensando si nos va a parecer mal o no. Es una situación difícil y todo lo que se imponga puede acabar reforzando el conflicto.

¿Existe el síndrome de alienación parental?
A: Antes quiero aclarar un par de cosas que comentó Lourdes. En muchos casos el hombre se sacude la responsabilidad sobre los hijos y a mí me parece totalmente reprobable. Precisamente uno de los colectivos feministas con más trayectoria de Galicia, Andaina, considera que la custodia compartida o la corresponsabilidad parental es un avance para la inserción laboral de la mujer. Las visitas tipo suelen ser los miércoles por la tarde y fines de semana alternos. Cuando yo estaba casado con mi pareja mi hijo tenía mucho más contacto con las personas de mi familia y ahora tiene un régimen de visitas que no le permite relacionarse en igualdad de condiciones con todos los miembros de su familia. Yo no quiero visitas, yo quiero convivir con mi hijo y hay una sentencia que también ha sido impuesta y que ha optado por la custodia monoparental. En nuestra propuesta de ley no se habla de custodia compartida impuesta, sino de custodia compartida preferente. Se trata de una norma que establezca que los hombres y las mujeres tengan los mismos derechos y obligaciones. Y, por supuesto, una vez se declare una custodia compartida, tiene que haber un seguimiento.

L: Ese es el problema. Esta ley es fácil de aprobar pero, ¿cómo se aplica? ¿dónde está el estudio presupuestario de cómo se aplica esa ley? ¿quién dice que no habrá hombres que pidan la custodia compartida para no tener que pagar nada a la madre o para poder vender la casa que era el núcleo familiar? No se puede hacer un seguimiento de la custodia compartida si no hay presupuesto ni medios para ello.

A: Entonces tampoco ahora podemos tener la certeza de que los niños estén bien cuidados por sus madres. Las custodias monoparentales son un atraso. En los centros escolares estamos inculcando la igualdad a los pequeños y, en cambio, cuando un niño cuyos padres están divorciados llega a casa se encuentra con que mamá se encarga del 80% de su cuidado y papá solo viene de vez en cuando. Si el padre es perfectamente apto para el cuidado de un menor también tiene que hacerle la comida al niño y lavarle la ropa. El niño también puede pasarlo mal, no es que sufra maltrato, pero al pasar más tiempo con una parte de la familia puede ocurrir eso, pero yo no estoy pensando en la maldad. Involuntariamente, muchas madres creen que van a cuidar mejor a los niños, pero también se están dando custodias compartidas de mutuo acuerdo.

L: Eso sería lo lógico.

A: O no, porque si ante la falta de acuerdo se queda la madre con la custodia es muy fácil que no se llegue a un consenso.

L: ¿Y si el padre nunca se encargó de nada? ¿Por qué se va a hacer si existen evaluaciones

¿Cuál debería ser el papel de la mediación?
A: La mediación no es obligatoria y, cuando una de las partes no quiere ya no hay posibilidad de mediar.

L: Yo creo que no hay medios suficientes para fomentar la mediación, está todo saturado.

A: Pues habrá que poner más medios.

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