EE.UU. y China no quieren acuerdos vinculantes en la cumbre de Copenhague

Los dos países más contaminantes del mundo, China y EE.UU., no quieren que de la cumbre de Copenhague, que se celebrará en el próximo mes de diciembre, salgan acuerdos vinculantes que comprometerían a la reducción mundial de la emisión de gases contaminantes.

Con esta actitud de los países poderosos, que se dio a conocer el domingo en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en la ciudad de Singapur, la reunión en la capital danesa se ve ya como un fracaso. En Copenhague se tenía previsto llegar a un acuerdo con el que se reemplazase al protocolo de Tokyo.

Así, esta cumbre de la ONU busca como objetivo fijar metas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero también recaudar fondos para ayudar a los países pobres a abordar el calentamiento global.

Sin embargo, la esperanza se desdibuja. Durante el proceso de negociación diversos países subdesarrollados acusaron a los países ricos de no estar realmente interesados en la eliminación de los gases contaminantes. Las palabras de EE.UU. y China durante el fin de semana son ya como una cuchillada para la cumbre.

Un acuerdo en dos etapas
Así, los mandatarios de los países que componen el APEC han propuesto aplazar la toma de acuerdos legalmente vinculantes hasta, como mínimo, el año 2010. Apuestan por lo que han llamado un acuerdo en dos etapas, en el que Copenhague se convertiría en una mera declaración de intenciones, postergando los tratados vinculantes.

"No era realista esperar que se negociara un acuerdo completo legalmente vinculante entre ahora y cuando comience Copenhague en 22 días", declaró Michael Froman, en representación de la Casa Blanca, durante la asamblea de la APEC, a la que también asistió Obama, de gira por Asia.

Durante esta gira por los países orientales se esperaba que se dilucidase la postura de las dos grandes potencias mundiales, en cuyas manos descansaba la posibilidad del éxito de la cumbre de Copenhague, sobre la reducción de gases contaminantes. Así, la voluntad de Obama de avanzar en esta materia ha chocado tanto con la resistencia de China como con la imposibilidad del Congreso de los EE.UU. de aprobar una legislación con los preceptos de Copenhague.

Chávez ve falta de responsabilidad
Desde Venezuela, la voz del presidente Hugo Chávez vaticinó que Copenhague será un fracaso ''porque los EE.UU. no quieren asumir responsabilidades y establecer una meta numérica de reducción de gases hasta 2020'', objetivo primordial de la cumbre.

El gobernante venezolano añadió que lo que Washington pretende es la aprobación de un documento ambiguo en el que no se fijen objetivos concretos para, de esa manera, poder burlarlo. Chávez responsabilizó de esa posición al presidente estadounidense, Barack Obama, quien, a su parecer, no estaría haciendo nada de lo que prometió en la campaña electoral.

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