El cambio climático hizo que los incendios sean ''imposibles de controlar''

Los incendios forestales que calcinan cada verano miles de hectáreas de territorio español han pasado una serie de ''fases'' en los últimos 40 años hasta convertirse en siniestros ''extremadamente dañinos y peligrosos'', cuyo control se ha hecho ''imposible'' si las condiciones meteorológicas permanecen inalterables.

Así lo advierte Greenpeace en el informe 'El futuro en llamas. El cambio climático y la evolución de los incendios forestales en España', que presentó este jueves en Madrid. En él que expone la variación de las características de los incendios forestales y la influencia que el calentamiento global produce en ellos.

Desde que comenzó el verano y antes de que finalizara julio, España registró 22 grandes incendios (los que afectan a más de 500 hectáreas), responsables de más del 65% de la superficie quemada en lo que va de año (69.200 hectáreas, aproximadamente).

Bajo condiciones meteorológicamente adversas, estos siniestros pueden derivar en lo que se denominan ''incendios de alta intensidad'': aquellos que se desarrollan en condiciones de alta temperatura, viento y baja humedad.

Entre las causas que encuentra Greenpeace --además de ''un cambio climático constatado''--, se encuentran el despoblamiento del mundo rural, la mayor urbanización del medio rural --con ''más carreteras'' y ''más ocio''-- y el aumento de los días y horas de calor.

Cuatro generaciones
Según apunta Greenpeace, en los últimos 40 años se han producido cambios ''significativos'' en la tipología de estos siniestros. Tras la primera 'generación', ya afectada por el abandono de cultivos y el despoblamiento de las zonas rurales, una segunda etapa degeneró en siniestros más ''intensos y rápidos'', debido a la acumulación de''combustible'' en los bosques durante 10 ó 15 años.

La 'tercera generación' aparece a partir de los años 90 con fuegos ''de extrema intensidad y virulencia'', que sometían a los montes a ''una degradación que poco tiene que ver con la tradicional presencia del fuego en los bosques''. Estos quedan ''fuera de la capacidad de extinción de los medios existentes'' en muchas ocasiones.

Sin embargo, esta etapa está dando lugar a otra en la que, además, las llamas empiezan a ser ''un auténtico riesgo para la seguridad ciudadana'', al propagarse hasta un medio ''poco habitual'': las urbanizaciones.

Prevención y lucha
''Como vimos en Galicia en 2006, recientemente en la isla de La Palma (Canarias) o en El Arenal (Ávila), los incendios forestales son cada vez más un problema de seguridad pública'' ha señalado Soto.

Además, los ecologistas estiman que alrededor del 1,3% de los gases de efecto invernadero que emite España son achacables a los incendios.

Combatir el cambio climático, ''adaptar'' los ecosistemas forestales españoles al calentamiento global y adecuar la prevención y lucha contra los incendios a este ''nuevo escenario'' son algunas de las propuestas de Greenpeace.

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