El día a día de Marta Ortega, al descubierto

'La vida desconocida de Marta Ortega'. Así titula la revista Vanity Fair el reportaje en el que deja al descubierto el día a día de la hija del tercer hombre más rico del mundo y, sin embargo, "la mujer más misteriosa de España".

La publicación hace un rápido repaso a lo que ha sido hasta el momento la vida de benjamina de Amancio Ortega. Recibió formación en los mejores colegios, desde el concertado Santa María del Mar de A Coruña -donde "se relacionaba muy bien, pero siempre iba pegada a su prima; no era nada tímida, aunque tampoco era una líder”, rememora un antiguo compañero- hasta uno suízo, cuya matrícula oscila entre 52.000 y 80.000 euros e incluye equipo de esquiar, según recoge la publicación.

Durante su infancia, fue fundamental para ella la figura de su abuela, de 86 años. "Le hacía los vestidos de sus muñecas. Es una mujer fuerte y de carácter que crió ocho hijos. Fue crucial en la educación de Marta”, afirman. "Con los siete hermanos de su madre y sus abuelos pasa algunos domingos y muchos veranos en la aldea de Melide", añade alguien del entorno.

Una mujer de tradiciones que, sin embargo, tampoco descuida el presente. Actualmente, trabaja en A Coruña y tiene a su cargo en Zara un equipo de diseñadores y cazadores de tendencias de nada más y nada menos que 44 nacionalidades. Hasta allí se traslada todos los días en su propio coche y cumple con el mismo horario que el resto de empleados de la compañía. “Es amable, pero muy seria con lo que hace. Su capacidad de aprendizaje es increíble”, dice un antiguo miembro de su equipo. Pero, para llegar al lugar que hoy ocupa, hay que remontarse a sus inicios doblando ropa en una tienda de la firma de Oxford Street, pasando por las oficinas de MIlán y regresar a Arteixo con un currículum cargado de sobrada experiencia.

De acuerdo a Vanity Fair, sus más allegados confiesan que le gusta la moda, la lectura y la fotografía, pero su gran pasión es la hípica. Es aquí donde ha trabado grandes amistades y conoció al que hoy es su marido, Sergio Álvarez Moya, con quien tiene un hijo y del que un amigo íntimo de la parega asegura que "controla bien la presión y es muy optimista".

A pesar de que le gustan "las cosas de siempre”, siendo la hija de uno de los hombres más adinerados del mundo y como mujer millonaria que es, Marta Ortega también se presta a alguna que otra extravagancia. Entre ellas, los detalles concernientes al día de su boda: el altar era obra del influyente escultor Anish Kapoor y los invitados bailaron al ritmo de dj Mark Ronson, productor de Amy Winehouse. A esto se suman los veranos en alta mar en el yate de su padre y rodeada de su círculo más próximo.

Con todo, Marta Ortega se revela como una mujer normal que celebrará la Nochevieja en el Rialto, un bar de copas situado en la Plaza del Ayuntamiento, muy cerca de su casa. “Nunca pide bebidas premium. Ni siquiera champán francés", confiesa el propietario a Vanity Fair.

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