'El sueño de Stalin', en nuestros bolsillos

Richard Stallman, fundador y presidente de la Free Software Foundation, presume de no llevar encima un teléfono móvil con el que es relativamente sencillo espiar a un usuario, saber dónde está o escuchar sus conversaciones, y pese a que parecen "muy cómodos", dice, "son el sueño de Stalin".

El programador estadounidense ha impartido hoy en la Facultad de Informática de la Universidad de A Coruña una conferencia titulada "El software libre en la ética y en la práctica", ante un público que ha abarrotado el salón de actos hasta los pasillos para escuchar sus opiniones sobre la actualidad tecnológica.

Una de ellas es su preocupación por los teléfonos móviles, con "funcionalidades de espiar al usuario porque transmiten la geolocalización sin que el usuario pueda bloquearlo, además de una puerta trasera con la que se pueden hacer cambios de software, que permiten que se escuchen las conversaciones", advierte.

"Por eso no llevo teléfono móvil, parecen muy cómodos, pero son el sueño de Stalin", argumenta.

Entre sus críticas figura la que dirige a Microsoft por "invitar" a la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA) "a espiar", y a lo que llama "guerra contra compartir" que tienen en la actualidad los Estados.

Según Stallman, cuando se habla de software libre se "piensa en la libertad de expresión y no en la gratuidad", ya que "un programa no libre es llamado privativo porque priva de su libertad a los que lo utilizan, los mantiene divididos e impotentes porque ni pueden repartir copias ni pueden modificar el programa".

En este sentido, define "las cuatro libertades" que marcan la diferencia entre el software libre y el privativo en "la ejecución del programa como cada uno quiera y para cualquier fin -cero-, el estudio del código fuente y su modificación -uno-, la ayuda a los demás para distribuir copias exactas -dos- y la ayuda a la comunidad para distribuir las copias modificadas por cada uno -tres-".

"Es un sistema ético que respeta la libertad y la comunidad de los usuarios, las libertades tienen que aplicarse a todas las actividades de la vida, incluso al negocio, no vale decir que es libre para el uso académico, aunque no es obligatorio ejercer ninguna de las cuatro", indica.

Este programador rechaza los "métodos de propaganda con los que se sataniza la práctica de compartir, cuando llaman a alguien pirata están diciendo que ayudar a los demás es el equivalente moral de atacar barcos, y en términos éticos es lo más diferente que existe".

También dedica unas palabras a los productos "tiránicos", que no permiten ejecutar programas no firmados por el fabricante, y a las funcionalidades concebidas para "vigilar y restringir al usuario", que "tienen puertas traseras, funcionalidades específicas para recibir comandos desde otros lugares para hacerle algo al usuario sin pedirle permiso".

Es el caso de Microsoft Windows, ejemplifica, que "puede imponer cualquier cambio de software a distancia sin pedir permiso al teórico dueño de esa máquina" y "suele enseñarle a la NSA los errores de seguridad antes de corregirlos, por lo que tiene seguridad cero ante ella, es invitarla a espiar todo".

Aunque, continúa, "el sistema de los 'iThings' -nombre que da a los artículos de Apple- es aún peor. Han descubierto los grilletes digitales más apretados de la historia, incluso ha impuesto una censura a la instalación de las aplicaciones, que se hace de manera arbitraria en función de sus intereses comerciales. Esa práctica debería ser ilegal"

Comentarios