El unicornio de piedra, los judíos del interior y las termas del río

Las predicciones meteorológicas para este sábado indican que no va a estar día de playa, por eso les proponemos una ruta por el interior: las tierras del Ribeiro. La zona está situada al rededor del curso medio del Miño, al oeste de Ourense y limítrofe con Pontevedra y posee un amplio repertorio de atractivos culturales, paisajísticos y gastronómicos.

El unicornio de piedra
El punto idóneo para empezar es Pena Corneira, situada en el municipio de Leiro. Se trata de un cuerno de piedra, a 675 metros de altitud. Es facilmente reconocible, pues podremos distinguir una roca alargada y vertical, que la corona y da nombre. Constituye el referente visual desde casi cualquier punto del valle del río Avia. Prueben a mirarla desde diversos ángulos y descubrirán en ella la silueta de un unicornio.

Al ser mitológico lo acompañan muchas otras piedras, de curiosas formas y combinaciones, con diversas formas erosivas, que en algunos casos, llegan a formar pasillos pétreos. Todo esto emplazado en un paisaje de media montaña que conserva, además, su manto vegetal autóctono en muchas de las partes.

El ascenso se puede realizar a pie por una ruta de senderismo que parte del parque fluvial de Leiro, a unos nueve quilómetros de la cima. El camino está acondicionado con pasarelas y escaleras en los tramos más abruptos. También se puede acceder en coche hasta el parque forestal próximo a la propia base de la roca.

Con el espacio protegido de Pena Corneira linda el bosque de Ridimoas, en Beade, propiedad de la asociación cultural-ecológica del mismo nombre que promueve su regeneración y difusión didáctica.

Otro punto al que deben acercarse en esta zona es el Regato do Foxo, que cuenta con una preciosa catarata, seis molinos y treinta hórreos rehabilitados.

El río, los condes y los judíos
Tras una mañana de naturaleza y senderismo, que mejor que trasladarnos a la Edad Media para comer. En Ribadavia, el conjunto histórico y artístico es un entramado de calles medievales y plazas con pórticos, con diferentes miradores al río Avia. A esto se suman una serie de templos y pazos de todas las épocas y estilos desde el siglo IX al XIX.

La parte más visible es el castillo y la muralla que rodea el pueblo. La fortaleza de los Condes de Ribadavia jugó un papel decisivo en la historia de Galicia, pues fue una de las mayores fortalezas medievales. Su origen data del siglo IX, pero la mayor parte del castillo fue construído en la segunda mitad del siglo XV al instituírse el Condado de Ribadavia. Gracias a la restauración, puede contemplarse la organización interna, los diferentes niveles de construcción, tanto para defensa como para el ocio, de entre los que destacan los restos de la torre de San Xes, el depósito de agua o estanque, las bodegas y restos de la huerta y el jardín.

No está claro cuando llegaron los judíos a Ribadavia, pues no existe documentación de tal hecho hasta 1386, cuando los ingleses del Duque de Lancaster asedian la villa. La judería se formó, por tanto, en torno a los siglos XII y XIII. Su aparición se vio favorecida por la instalación de judíos desde el siglo X en la vecina Celanova y también por la existencia de un potente grupo de mercaderes en Ribadavia desde la concesión del Foro Real en 1.164. Así, muchos judíos se encargaban de la gestión de los asuntos financieros del Señorío y posteriormente del Condado de Ribadavia, especializándose en la administración de bienes y rentas. También destacaron como mercaderes de vino. La judería, bien conservada y digna de visita tuvo incluso una sinagoga, según recogen los últimos estudios.

La gastronomía es excelente y destaca su repostería: las famosas rosquillas de yema de huevo, las bicotas, los melindres, los almendrados y los dulces hebreos. Todo ello regado con el incomparable vino que la zona vitícola del Ribeiro nos regala.

Termalismo a orillas del río
El sitio perfecto para terminar el día son las termas de la Chavasqueira. Están situadas en uno de los márgenes del río Miño a su paso por Ourense. Estas pozas termales son de
uso gratuito y se encuentran en uno de los margenes del Río Miño. Son las primeras que se acondicionaron en la ciudad para uso y disfrute de vecinos y visitantes.

Sus aguas tienen una temperatura de 43ºC para el baño, si bien manan a 63ºC. Son indicadas para tratamientos de reuma, artritis, asma o infecciones de la piel. Son aguas bicarbonatadas, fluoradas, y sulfuradas de mineralización media.

El entorno de las Pozas de la Chavasqueira lo completan zonas de césped, para descansar y disfrutar del entorno sublime del Miño. Por su proximidad con Ourense llegar hasta ellas es muy fácil y como referencia para localizarlas podemos usar el Campo da Feira o el parque de bomberos de la ciudad.

Olvídese de la costa este fin de semana, huya al interior y deje que el Miño le descubra sus grandes secretos. No se arrepentirá.

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