Formatos desaparecidos: ¿alguien los recuerda?

Durante las últimas décadas, el deseo de las grandes compañías por hacerse un hueco dentro del mercado de los formatos de vídeo ha sido un sueño que en muchas ocasiones no se ha cumplido.

A pesar de tratarse, en la mayoría de los casos, de grandes corporaciones las encargadas de impulsarlos (Sony, Philips, Microsoft, etc.), estas apuestas acabaron por convertirse en grandes batacazos.

En las mentes de los más nostálgicos permanecen todavía muchos de estos formatos que llegaron con cuentagotas a los hogares, y que más pronto que tarde acabaron por convertirse -junto con el reproductor que los acompañaba- en habituales de los trasteros de medio mundo.

Muchos consumidores tuvieron que sufrir duras 'guerras de formatos', que se iniciaron en 1965 de la mano de una multinacional conocida por todos, Sony. Este imperio de la tecnología, que ha sumado a lo largo de su historia sonados fracasos dentro de este terreno, observa como en el horizonte se atisba uno más.

El UMD, seña de su videoconsola portátil PSP, puede ser el próximo 'elegido', ya que parece ser que el grupo tiene preparado un nuevo modelo de la consola sin lector de este formato de uso exclusivo para la portátil nipona.

El pionero: primer fracaso
Sony fue la primera empresa que se decidió a desarrollar el primer sistema de grabación de vídeo en cinta magnética. Lo llamó CV-2000, y a pesar de ser el primero en posicionarse en un importante mercado de largo recorrido como iba a ser el de los formatos de vídeo, la aventura duró poco.

La causa fue la que posteriormente llevó a la derrota a otros descendientes de esta tecnología, su precio. Esto, unido a una tecnología que se convirtió en obsoleta en poco tiempo -las cintas grababan 60 minutos de vídeo en blanco y negro a 200 líneas de resolución- dio fin a una tecnología que fue superada en los años venideros.

Otras apuestas posteriores a lo largo de la década corrieron suerte parecida. 'U Matic' (1971), también de Sony -con bastante presencia en el terreno profesional-, o el AVCO Cartrivision (1972), un televisor con una unidad de cassette integrada para reproducir unas cintas de alquiler especiales, no funcionaron como se esperaba.

Guerra de formatos a tres bandas
No quedaba otra que dar el paso a la primera gran batalla por el dominio del mercado del vídeo doméstico. Sony y JVC fueron las cabezas más visibles, pero otras pequeñas ideas también lo intentaron, creándose así rarezas que llenaron las vitrinas de grandes coleccionistas debido a su poco éxito y por extensión poca producción.

Los terceros en la primera 'guerra de formatos'. VHS de JVC -el vencedor final-, y Betamax de Sony -de mayor calidad pero más costoso- fueron los protagonistas, pero no los únicos personajes de una famosa batalla comercial estudiadada ya por muchos.

En la 'guerra de formatos' de los 80’s aparecieron algunos invitados inesperados. Muchos terceros intentaron hacerse un hueco en el mercado, y todos ellos acabaron absorbidos por los grandes.

Intentos fallidos
El caso de Phillips es digno de análisis. La compañía holandesa lo intentó por partida doble. Por un lado, y en un intento de competencia directa con estos dos formatos, sacó al mercado, de la mano de Grunding, el Vídeo 2000, un formato considerado superior, pero que debido a su tardía entrada en el mercado (1979), y su comercialización exclusiva en Europa y Argentina, cayó derrotado en pocos años.

Laserdisc fue la otra apuesta importante. Con casi el doble de resolución -440 líneas frente a las 240 del VHS-, fue su elevado precio y su tamaño -era un disco de 30 cm. de diámetro- lo que le llevó al abismo.

Intentos 'low cost' como el 'CED' (1981) no lograron ser rival del ya asentado VHS.

El curioso caso de DIVX DVD
En los últimos años, con la victoria casi sin despeinarse del todavía exitoso DVD, la lista de fracasos no se engrosó en exceso -si no contamos el reciente del HD-DVD-. De todas formas algún llamativo ejemplo podemos encontrar, como el DIVX DVD (1998), un excéntrico invento que duró apenas unos meses en el mercado.

Se trataba de un sistema de alquiler de películas en formato DVD de 'usar y tirar', que fracasó debido a su alto coste y a sus dificultades para poder ver la película -su visionado requería una pesada llamada telefónica-.

  • Betamax
    Fue el gran derrotado de la 'guerra de formatos' que se produjo en los años 80. El principal rival del VHS le plantó cara durante más de 10 años. Su principal valía era su superior calidad de imagen con respecto al producto de JVC.

    Pero las 250 líneas frente a las 240 de su competidor no fueron suficientes para superar a un VHS más barato, de mayor duración y que consiguió el apoyo de los principales empresas audiovisuales -en 1987 había 10 empresas del lado de Betamax frente a las 40 que distribuían para VHS-.
  • Laserdisc
    Nunca se llegó a considerar un competidor serio de las cintas de vídeo ya que se trataba de un producto bastante diferente, pero su alto coste y el importante tamaño de sus discos fueron dos aspectos que ayudaron en el fracaso del producto de Philips.

    En Japón gozó de un importante éxito gracias a una estrategia comercial inteligente. La venta de los primeros ejemplares a un precio muy reducido ayudó en un éxito que continuó hasta la consolidación del DVD.
  • HD-DVD
    El inicio de la rivalidad entre Blu-Ray y HD-DVD hizo que se recordase la anterior gran 'guerra de formatos'. Fue el HD-DVD el que salió peor parado y en 2008 se anunció el final de su fabricación. Su principal ventaja era su precio -elemento decisivo en anteriores batallas-, pero no fue suficiente para lograr superar a un producto -el Blu-Ray- que todavía sobrevive en el mercado. Aún así, a pesar de su superioridad tecnológica, todavía no ha logrado desbancar al muy asentado DVD.
  • UMD
    Sin un competidor claro, UMD salió al mercado en 2004 acompañando a un producto que tenía las expectativas de ser todo un éxito en el mundo de los videojuegos, la videoconsola portátil de Sony, PSP. Con semejante familiar acompañándole en su aventura, el éxito parecía asegurado.

    Numerosas películas y conciertos fueron editados en UMD, pero sus reducidas ventas, unido a su ruído y lentitud, ha hecho que se empiece a hablar de una futura PSP sin UMD.

Comentarios