Greenpeace asalta Cofrentes para pedir su cierre por ''peligrosa''

Un grupo de activistas de Greenpeace ha entrado en el complejo de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia, y se han encaramado a una de sus torres de refrigeración para pedir el cierre de la planta debido al envejecimiento de las instalaciones y los riesgos que plantea.

La dirección de la planta ha decidido declarar la "alerta de emergencia" ante la acción de acuerdo con su Plan de Emergencia Interior, lo que implica la constitución de su sala de emergencias (SALEM) y el mantenimiento de una continua comunicación de la misma con el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno en Valencia.

La licencia de explotación de esta central, la quinta más antigua de España, expira el próximo mes de marzo, momento en el que el Consejo de Seguridad Nuclear decidirá sobre su renovación.

Los ecologistas pretenden denunciar lo que consideran falta de seguridad de la central, que entró en funcionamiento en 1984, tan solo después de que lo hicieran las de Garoña (1970), Almaraz I (1980), Ascó I (1982) y Almaraz II (1983). Precisamente este martes, el Congresó aprobará una enmienda en la Ley de Economía Sostenible para abrir la puerta a la renovación de la vida útil de las plantas después de 2020.

En 2009, ya diversos grupos ecologistas y vecinales constituyeron la plataforma 'Tanquem Cofrentes' para pedir el cierre de la central.

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