"Yo no hago bueno al maltratador, los lectores son los que empatizan"

La escritora donostiarra, Arantza Portabales, presenta su último libro La vida secreta de Úrsula Bas, un thriller que trata la historia de una mujer en plena crisis vital que acaba secuestrada en un sótano 
arantza
photo_camera Arantza Portabales. VICTORIA RODRÍGUEZ

¿Qué se va a encontrar el lector en su última novela La vida secreta de Úsula Bas?

Se va a encontrar una historia trepidante de Abad y Barroso, pero también se sumergirá con la propia Úrsula para ver por qué está secuestrada y qué la ha llevado hasta ahí. También se va a encontrar a sí mismo, porque al final Úrsula es un poco todos, es el eslogan de esta novela.

¿En qué sentido?

Es la historia de una mujer que está en crisis vital, que quiere vivir al límite y que está pagando un precio por ello. Es por eso que acaba en ese sótano y tenemos a Abad y Barroso buscándola. Entonces tenemos el policial clásico, el thriller la parte rápida de la historia, pero tenemos también esa parte de introspección de pensar cómo es posible que una mujer suficientemente preparada y con mucho mundo acabe poniendo en riesgo su vida.

¿Qué hay de usted en Úrsula Bas?

Hay muchísimo de mí en Úrsula Bas, pero también muchísimo de todo el mundo. Al final, ella es una persona que en un momento de su vida echa la vista atrás y decide que necesita vivir parafraseando a Leiva "como si fueras a morir mañana". Esa necesidad de experimentar nos pasa a todos, hay un momento en la vida que nos damos cuenta de que estamos caminando dormidos.

En Belleza Roja hizo un homenaje a Agatha Christie, ¿En esta se inspiró en algún escritor?

Aquí no hay ningún homenaje explícito, pero sí que es verdad que es una novela muy distinta. Esta es una novela mucho más psicológica, de mucha más tensión y menos policial clásico.

En esta novela también aparece tanto Barroso como Abad, ¿Cómo definiría la relación que tienen entre ellos?

Siendo muy pueril... es el perfecto pimpinela. Es una relación tormentosa y ahora están buscando su sitio. Barroso que es conocedora de todos los infiernos de Abad está intentando protegerse y él ha cogido el toro por los cuernos y está afrontando sus problemas cara a cara.

¿Se inspiró en alguien para crear estos personajes? No, ahí sí que no. ¿Cómo consigue que los lectores tengan empatía con Abad?

El personaje de Abad es terrorífico, sus demonios son injustificables a todos los niveles. Despierta simpatía porque tiene algo muy poco común en la sociedad, es plenamente responsable de sus actos. En una sociedad en la que nadie asume sus culpas jamás, esa acción produce simpatía. Seguramente la mayoría de los maltratadores culpan siempre a sus víctimas y esta ficción nos sirve para poner sobre la palestra los males de la sociedad. Este personaje que no es ni blanco ni negro sino gris. En ese sentido, es muy apetecible para el lector. Hay gente que me acusa de hacer bueno a un maltratador, pero yo no lo he hecho... bueno sois vosotros los que empatizáis con él.

¿Habrá más novelas con Abad y Barroso de protagonistas?

Es apetecible porque me lo paso muy bien escribiéndolas, pero tampoco puedo decirlo.

En la obra se trata el peligro de las redes sociales, ¿A usted le han causado algún problema?

Nada que no me permita estar aquí, pero sí que es verdad que uno percibe en redes que la gente pierde el filtro previo. Uno no llega a la carnicería y le dice a la dependienta «me tomaría unas cervezas contigo», pero en redes sociales sí. Eso es peligroso porque no sabemos quién está al otro lado. Hoy en día las redes son la plaza del pueblo y no podemos renegar de la plaza del pueblo, pero hay que andar con precaución.

¿Su obra favorita...?

Depende un poco del momento, pero me voy a quedar con El nombre de la rosa, de Umberto Eco.

¿Qué libro que está leyendo ahora mismo?

Hamnet’ de Maggie O’Farrell.

¿Un lugar de Galicia para escribir?

Mi coche que es donde pienso.

¿... Y un rincón de Galicia para ir de vacaciones?

Te voy a decir dos, Esteiro en Muros y la playa de Loira en Pontevedra.

Comentarios