La hilarante conexión de un reportero de Cuatro levanta sospechas sobre su embriaguez

El periodista freelance Ángel Sastre intervino en directo desde Buenos Aires para comentar el ambiente tras la suspensión del River-Boca

Ángel Sastre, durante la controvertida conexión en directo. EP
photo_camera Ángel Sastre, durante la controvertida conexión en directo. EP

¿Estaba o no ebrio Ángel Sastre? Esa es la pregunta que ha dividido a las redes después de que el reconocido reportero protagonizase una hilarante conexión en directo desde Buenos Aires. El periodista freelance conectó con los informativos de Cuatro desde los exteriores del estadio Monumental para comentar el ambiente tras la suspensión de la final de la Copa Libertadores y, rodeado de aficionados del River, empezó de forma dubitativa su intervención, en la que se repitió y optó por interactuar con una madre con su bebé dándole incluso la espalda a la cámara. "Sí, sí. Estamos con aficionados del River... Hooola qué tal, cómo estáis... es lo último que queda de la afición. Tranquilidad. Estamos aquí con algunas hermosuras. Por favor, acércate un poquito, no tenemos mucho tiempo. Mira qué lindo". 

"No queda mucho de la afición. Ya sabéis que ahí se están barajo...Se están barajando fechas. Se están barajando fechas. En diciembre. Bueno ya sabéis como es esto, un caos totalmente en el fútbol argentino. Ya veis lo que poco que queda de la afición de Buenos Aires... y vamos a esperar, no, porque la verdad me encantaría poderos explicar lo que está pasando aquí pero no lo puedo hacer", prosigue el reportero extremeño, distraído por los cánticos de los hinchas, a los que se refiere a continuación: "Ellos tampoco pueden explicarlo, jaja, bueno, vamos a cortar", dice tras una carcajada justo antes de que se enfocase al presentador en plató, con una extraña mueca entre divertido y extrañado. "Ese es el ambiente que se vive en el estadio, muy diferente a lo ocurrido ayer a estas horas", contestaba él, Roberto Arce.

La intervención de Ángel Sastre ha corrido como la pólvora en las redes, despertando en seguida las especulaciones sobre su ebriedad. Pero frente a quienes dieron por hecho su embriaguez también surgieron las voces que defendieron la profesionalidad del freelance, que fue uno de los tres corresponsales de guerra que hace tres años pasó casi diez meses secuestrado en Siria, junto a Antonio Pampliega y José Manuel López. "Una vez más, ha demostrado una integración con el contexto excelente", apuntaba uno de sus defensores, mientras que otra recordaba que es "un periodista de primera línea" y pedía no emitir "un juicio de valor sobre él con esto".

 

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