"El periodismo y la política han cometido el error de alejarse de la gente"

El periodista ha reflexionado sobre los retos de la profesión, en el actual contexto cambiante de los medios de comunicación
Iñaki Gabilondo
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El periodista Iñaki Gabilondo ha afirmado que "el periodismo y la política han cometido el mismo error de alejarse de la gente", que los ve como dos hermanos siameses que han viajado lejos a hablar de sus cosas, y que ambos están desprestigiados.

En una conferencia en Barcelona este martes, en el marco del Forum de la Comunicació del Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC), Gabilondo ha relacionado parte de este desprestigio con algunas actuaciones que se justifican con que no van contra el código penal y civil, pero que van más allá del "código de la civilidad" -poniendo como ejemplo una foto de un descuido de una famosa en una revista y la actuación de un presidente de la Comunidad Valenciana-.

Ha lamentado que si bien unos padres reñirían a su hijo si traspasara este código de lo que es civilizado, esto no ocurre con la política, y sobre los medios de comunicación ha reflexionado que la libertad de expresión no puede usarse para justificar este tipo de actuaciones y no puede ser "la única bandera".

Gabilondo ha reflexionado sobre los retos del periodismo en el actual contexto cambiante de los medios de comunicación, en el que las redes sociales "caen como una tromba" sobre cualquier suceso antes de que dé tiempo a la interpretación, y ha asegurado que los periodistas seguirán siendo necesarios en este contexto.

Ha explicado que le inquieta el desconocimiento que hay sobre el actual consumo de contenidos, ya que el zapping "produce una papilla" con la que las personas se van a la cama tras ver la televisión, pero que no se ha estudiado su efecto. Uno de los efectos que puede tener la mezcla de contenidos -poniendo al lado un gol y un niño muerto- puede ser que "desdibuje la frontera de lo cierto y lo que no es cierto", así como de lo que requiere importancia y lo que no, ha aventurado. Ha puesto como ejemplo el proceso independentista en Catalunya, que es presentado como un atropello de ideas: "O haces un esfuerzo para mantenerte lúcido, o estás como una hoja que el viento mece", ha afirmado.

El periodista también se ha referido a Catalunya para relatar la tensión que añaden las redes sociales -con su volcado inmediato de opiniones sobre cualquier asunto- y cierta banalización que ve en los medios, haciendo que todo sea explosivo y creando una situación en la que "lo difícil es encontrar una aproximación, porque antes ya han caído todos los cuchillos".

JUSTICIA Y PERIODISMO. Ha remarcado también este tempo acelerado del periodismo en su relación con la justicia, que tiene unos plazos más lentos, y esta contraposición de tempos "se carga el secreto de sumario y la presunción de inocencia", y ha añadido que una posible solución sería que la justicia se acelerara un poco y que el periodismo tuviera una contención especial.

En su reflexión sobre los cambios en los medios, se ha opuesto a la creencia de que Internet y las redes acabarán con la necesidad de los periodistas, y se ha mostrado esperanzado: "El periodismo va a sobrevivir" porque van a haber muchos periodistas, y entre estos habrán algunos que actuarán con decencia y permitirán interpretación.

Ha cargado contra la "entronización de las audiencias como Dios supremo", que justifican cualquier contenido en los medios, y se ha mostrado preocupado por la cultura del éxito que impera en la atmósfera general, no solo por ser la lógica de la gerencia, sino también en la sociedad, y ha remarcado que el buen periodismo tiene mucho mérito en este contexto.

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