''El Prestige debe servir para afinar la legislación''

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Tras cerca de dos décadas de investigaciones en la Antártida y en el Ártico, el científico gallego Jerónimo López (As Pontes, 1951) descifra los efectos del cambio climático en unos continentes helados que se deshacen a marchas forzadas.

Doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, la Sociedad Geográfica Española acaba de reconocer su trabajo otorgándole su Premio Nacional, un galardón que se suma al Príncipe de Asturias que recibió en 2002, como vicepresidente del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR).

Apasionado de las alturas, este afanado montañero coronó algunas de las principales cordilleras de la tierra, entre ellas el Everest (1988).

Pregunta: Cuando se cumplen 34 años de la expedición en la que coronó el Manaslu, en el Himalaya, ¿estaría hoy dispuesto a volver a escalar sus más de ocho mil metros?

Respuesta: Es necesario tener tiempo para poder organizar este tipo de expediciones a puntos remotos. Hoy en día me dedico más a las expediciones a la Antártida. Dispongo de algo menos de tiempo para ir a las montañas, pero sigo en buena forma física.

P: ¿De dónde le viene esta afición por el alpinismo y por las zonas extremas del planeta?

R: Los gallegos vamos a sitios muy variados y, a parte de eso, las circunstancias de la vida nos hacen coincidir con personas que nos orientan o cogemos gusto a alguna cosa que se cruza en nuestro camino. Yo tuve la suerte de que cruzarme con las montañas cuando era solo un niño.

Cambio climático
P: En sus expediciones a la Antártida y al Ártico estudia los efectos del cambio climático. ¿Cuál es la lectura ambiental que arrojan los polos?

R: Estas regiones permiten ver amplificado el efecto del calentamiento global, pues al haber hielo se detecta en mucha mayor medida. Es una evidencia que el Ártico ha perdido un 40% de extensión en los últimos 30 años.

En la Antártida la situación es algo más compleja, pero también se aprecia. Hoy somos conscientes de que los cambios en las regiones polares son más importantes y rápidos de lo que creíamos. Las consecuencias para el conjunto del planeta son considerables, por eso es importante investigar en los polos.

P: ¿Cómo se traducen estos efectos en el clima?

R: Los polos son lugares singulares en la gran maquinaria de la circulación oceánica global. Las aguas muy frías, salinas y densas que se generan en el Mar de Wedel, en la Antártida, circulan por los océanos del mundo. Si uno sondea aguas profundas en el hemisferio norte encontrará aguas que han pasado por esta zona.

Además, el hecho de que exista más o menos hielo en los polos es básico para el planeta, pues hoy en día gran parte de los rayos de sol que llegan se reflejan. Si el océano está líquido, como ocurre en el Ártico en los últimos años, ese calor de la radiación solar es absorbido y se calientan más las aguas que se distribuyen por el planeta.

P: ¿Peligra la riqueza de los ecosistemas marinos gallegos?

R: Naturalmente, la tendencia al calentamiento que existe y las variaciones en los ecosistemas litorales se detectan en Galicia y en todos los lugares del planeta donde está habiendo cambios. No suelen ser trasformaciones drásticas, pero la pérdida de biodiversidad en el planeta por el escenario de calentamiento en el que estamos es creciente. Galicia forma parte de este cambio global.

Cuando marzo mayea
P: Galicia atraviesa la primavera más atípica de las últimas décadas, ¿es éste un síntoma de que el clima gallego tiende a volverse extremo?

R: Los modelos que se barajan predicen una mayor frecuencia de episodios extremos. En algunos lugares serán olas de calor, de sequía, de lluvias o de nevadas más fuertes, pero es verdad que apreciaremos estos cambios.

La Península Ibérica se encuentra en una encrucijada, pues está en el extremo occidental del Mediterráneo, abierta al océano Atlántico. Nos pueden llegar efectos de varias direcciones, por lo que estaremos expuestos a una mayor frecuencia de episodios anómalos.

P: Y con todo, sigue habiendo voces que niegan el cambio climático.

R: Hay hechos que son evidencias. Que el planeta se ha calentado medio grado centígrado en los últimos 50 años es una evidencia, y que esto es un grado de calentamiento más acelerado que en épocas anteriores es algo que no es discutible.

Los humanos somos responsables de la mayor parte de la variación del clima, al margen de las causas naturales, como la radiación solar y la órbita de la tierra. Los efectos de la humanidad en un planeta sobrepoblado ya no son discutibles.

Conciencia ambiental
P: ¿Considera que la sociedad ha adquirido una mayor conciencia ambiental?

R: Estoy convencido de ello, en Galicia y en todo el mundo existe una mayor preocupación en la gente de la calle y también un mayor conocimiento de estas cuestiones. La parte que podemos hacer los humanos para mitigar estos efectos tiene que ver con los comportamientos individuales y colectivos.

P: Como gallego y experto en temas mediambientales, ¿qué opinión le merece el hecho de que el Estado haya quedado, por el momento, exento de responsabilidad en la catástrofe del 'Prestige'?

R: Desconozco los fundamentos jurídicos de esta decisión judicial, pero lo que sí está claro es que este tipo de episodios deberían llevar a que las autoridades afinen la legislación para que las responsabilidasdes se cubran como es debido.

El caso del 'Prestige' nos debe servir de enseñanza frente a futuros episodios de este tipo. El Ártico cada vez es más accesible y está más abierto a la navegación debido al deshielo. Las rutas del Ártico serán utilizadas en pocos años por petroleros y para el tráfico de carga entre Asia y Europa y América, lo que abre la puerta futuras catástrofes en ecosistemas muy frágiles.

A seis años de la marea negra
P: Más de seis años después de la catástrofe del petrolero, Galicia aún sigue percibiendo sus efectos. ¿Cuando se completará la recuperación?

R: Una catástrofe de estas dimensiones deja secuelas muy prolongadas, porque los elementos vertidos tardan mucho en ser asimilados por el medio y los efectos en las especies son duraderas. Es lo mismo que ocurre con el calentamiento global, lo que ahora emitimos tardará siglos en dejar de producir efectos. Quedarán secuelas que se irán disminuyendo con el tiempo.

P: Nacido, curiosamente, en uno de los puntos más contaminantes de Galicia por la actividad de la central térmica, ¿sigue visitando con frecuencia As Pontes?

R: Vine a Madrid de niño. La mayor parte de mi familia sigue viviendo en Galicia, por lo que regreso con frecuencia. Afortunadamente, (rie) está habiendo cambios importantes en As Pontes.

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