Exhuman los cuerpos de tres combatientes bercianos en Triacastela

Los restos de los tres guerrilleros antifranquistas asesinados el 12 de noviembre de 1943 por un grupo de guardias civiles en el municipio lucense de Triacastela han sido exhumados este lunes, según informó la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en un comunicado.

Los combatientes caídos en un enfrentamiento con la Guardia Civil son Pedro Voces, de la localidad de Villanueva; Antonio Vega Guerrero, de San Juan de la Mata; y de Félix Yáñez, de Campelo; todos ellos municipios de la comarca del Bierzo. Los tres se habían escondido en los montes cercanos a Triacastela tras el comienzo de la Guerra Civil. Sus cuerpos habían sido enterrados en una fosa común en la parroquia de Vilabella.

En las labores de recuperación intervinieron dos arqueólogos y ocho voluntarios, precisó la ARMH. Así mismo, el vicepresidente del colectivo, Santiago Macías, interpondrá una denuncia por el descubrimiento de signos de violencia en los cadáveres exhumados.

Las familias de los tres combatientes fueron también represaliadas por el franquismo. De hecho, el asesinato de un hermano de Vega Guerrero en 1936 provocó la huida del guerrillero para evitar que lo detuvieran, según la ARMH.

Familias represaliadas

También cuatro de los cinco hermanos de Voces huyeron después de que Pedro fuera asesinado en la parroquia de Vilabella: a su hermano Salvador lo mataron en 1948 en Rao (Lugo); Gumersindo fue encarcelado durante 16 años tras entregarse, y a Demetrio le explotó una bomba en la mano y tuvo que entregarse para poder ser atendido de las heridas y después de ser juzgado fue finalmente asesinado.

Por otra parte, a la mujer de Voces, Césara, que estaba presa en la prisión de León, le quitaron al único hijo de ambos, que fue entregado a una familia católica.

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