La Casa de Alba vende un Fra Angélico y dona una tablilla al Museo del Padro

Los responsables de la pinoteca nombraron al duque de Alba patrono de honor por las condiciones que aceptó, una actitud de "mecenas"
El duque de Alba, Carlos Fitz James.
photo_camera El duque de Alba, Carlos Fitz James.

Un "sueño" para el Museo del Prado y para los amantes del arte. Así se ha presentado este miércoles la llegada a la pinacoteca de La Virgen de la granada, comprada a la Casa de Alba por 18 millones de euros, y una tablilla sobre la muerte de San Antonio Abad, donada por Carlos Fitz-James Stuart.

Ambas obras son del maestro renacentista Fra Angélico y pasan a integrar la colección del Prado gracias a una operación que "no se ha hecho con valor de mercado sino con sentido de Estado", ha aseverado el director del Prado, Miguel Zugaza.

La financiación de los 18 millones se hará a cuatro años y sin intereses y estará respaldada con un crédito extraordinario de diez millones por parte del Estado, una contribución de cuatro millones de la Fundación Amigos del Museo del Prado y otros cuatro millones de fondos de la pinacoteca.

Para el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, para el Estado se trata "no de un gasto, sino de una inversión para todos los españoles y para siempre", mientras que el presidente del Real Patronato del Museo, José Pedro Pérez-Llorca ha dicho que tanto el precio y las condiciones de compra, más la donación, son "de mecenas", por lo que se ha nombrado al XIX duque de Alba de Tormes patrono de honor.

Zugaza ha subrayado que es "una suerte inmensa" tener esta obra maestra del 'Quattrocento' que ha estado vinculada durante más de dos siglos a la importante colección de la Casa de Alba, gracias a que Carlos Fitz-James "aceptó la valoración propuesta por el museo, un precio de caballeros, y ofreció la donación de la pequeña tabla del entierro de San Antonio Abad", del mismo autor.

"Me han preguntado muchas veces por su valor de mercado", ha reconocido Zugaza para añadir que lo desconoce, aunque muchos expertos lo sitúan muy por encima de los 18 millones de euros acordados en esta operación. "La virgen de la granada habla por sí sola; sólo hay que acercarse y contemplar su belleza deslumbrante para quedar absorto, e impresiona su estado de conservación", ha añadido Pérez-Llorca sobre una obra que se suma a la "magnífica Anunciación" que del mismo autor tiene el museo.

Para Miguel Falomir, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado, se trata de "una de las compras más importantes de los últimos 50 años en este museo", por su calidad extraordinaria y ser probablemente la mejor obra de Fran Angélico y de la pintura florentina de la primera mitad del siglo XV hasta ahora en manos privadas. Además, ha calificado su estado de conservación de "extraordinario", lo que no comparte con la tabla florentina donada, una obra "de gran calidad" que "probablemente durante la Guerra Civil sufrió un golpe que afectó al rostro de algunos frailes" y que ha sido recién restaurada por Rafael Alonso.

La Virgen de la granada, un óleo sobre tabla de 83 por 59 centímetros, está fechada en torno a 1420 y forma parte de una serie de vírgenes con niño, que Fra Angélico pintó en esa década y que demuestran su progresivo dominio de la anatomía, la luz y el espacio. Aunque se ignora para quién fue pintada, los expertos aseguran que fue un encargo excepcional dada la extraordinaria calidad de los materiales que empleó, entre los que destacan abundante oro.

Pese a que España demostró poco interés por la pintura florentina del primer Renacimiento, posee dos de los primeros Fra Angélicos que abandonaron Italia, ambos ahora en el Museo del Prado: la Anunciación que en 1611 regaló Mario Farnese al duque de Lerma y La Virgen de la granada, adquirida en Florencia en 1817 por Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, y que este miércoles se suma a la colección del museo, aunque todavía no tiene fecha de exhibición.

Aunque el actual duque de Alba no ha estado presente en la rueda de prensa, ha manifestado en una nota que la Fundación Casa de Alba "se siente muy orgullosa de entregar al Museo del Prado estas auténticas joyas del arte europeo, reunidas y conservadas durante dos siglos por nuestra familia, para que ahora puedan ser disfrutadas por todos los españoles y los amantes del arte de todo el mundo".

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