La XVI Festa do Polbo ha superado con creces las cifras del año anterior. En tres días se vendieron unas 9.000 raciones, superando así a las 10.000 en cuatro jornadas del pasado 2014. Esta edición estuvo marcada por las grandes aglomeraciones, tanto en el pregón de Manuel Agudo Nolito como durante las jornadas de sábado y domingo, en las que el puesto de venta de tickets no dio abasto.
Las colas se extendieron hasta la pista de skate cercana a la carpa en algunos momentos del día, aunque la espera estaba justificada si luego había tiempo para relajarse y degustar las treinta especialidades que ofrecían los stands de Casa Quintela, Hermanos Portela, Rosa de los Vientos, Café bar Nuncia y el Concello de Bueu. Este último ofreció, como es costumbre, pulpo á feira, el manjar más codiciado del evento gastronómico más importante de esta villa pesquera.
El clima ayudó a mejorar las cifras de asistencia y de ventas. A falta de sol, la mejor forma de sumergirse en el mar era a través del pulpo y de los diferentes sabores que ofrecían los hosteleros participantes. A las ya habituales croquetas o empanadas de pulpo se le sumaron otras especialidades que exploraban nuevas texturas de su sabor, como el paté de pulpo, los huevos rellenos de pulpo o el pulpo con patatas, ali oli y sal de jamón. La tradición y la innovación se dieron la mano para ofrecer cada año una mejor experiencia gastronómica.
El certamen estuvo acompañado de varios eventos que lo dotaron de más variedad, como el espectáculo ofrecido por Retrouso. El Octopus Fest de la Banda do Río, celebrado en paralelo a la fiesta, revitalizó la hostelería más allá de la carpa la noche del sábado.