'On line' en medio del mar

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El proyecto de investigación Seamax, en el que han participado dos empresas gallegas del sector de las TIC —Quobis Network y Wireless Galicia—, las universidades de Vigo y A Coruña y el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG), ha permitido idear un sistema de telecomunicaciones y un prototipo experimental que permitirían llevar al mar algo tan cotidiano en tierra como el uso de internet.

El sistema se basa en el empleo de tecnología Wimax para poner en marcha una red de comunicación inalámbrica de banda ancha. Esto abriría los contactos entre la costa y las embarcaciones, o entre los propios barcos, a posibilidades mucho más amplias que las actuales comunicaciones por radio, que sólo permiten la transmisión de voz. Respecto a la otra opción actual, las comunicaciones por satélite, la conexión con Wimax resultaría más barata.

Jorge Seoane, ingeniero de telecomunicaciones del ITG, resume uno de los grandes avances del sistema ideado señalando que permitiría llevar a los entornos marítimos todas las aplicaciones y servicios que la banda ancha puede ofrecer en tierra. El ejemplo más evidente y fácil de entender es el de internet. Con una antena emisora en tierra, conectada a la red a través de cualquier operador, podría hacerse llegar la señal vía inalámbrica a las embarcaciones que naveguen dentro del área de cobertura.

Las pruebas realizadas han permitido garantizar buenos resultados en un radio de seis kilómetros pero el alcance puede ampliarse, ya que se ha diseñado una 'red mallada' en la que cada barco que recibe la señal puede convertirse a su vez en un emisor. En la práctica, esto significa que cada nave funciona como un repetidor, por lo que un barco que se encuentre fuera del radio de cobertura podría recibir la señal si hay una embarcación intermedia.

Además de facilitar el acceso a la red de redes, el sistema ideado en el proyecto Seamax amplía las posibilidades de las comunicaciones marítimas. El ancho de banda permitiría una transmisión de 9 Mbps, suficiente para que además de voz se puedan enviar datos, imágenes y hasta vídeo.

Otras aplicaciones
No sólo el sector pesquero podría beneficiarse de esta investigación. Sus resultados también podrían tener aplicación en instalaciones náuticas, como puertos deportivos, que podrían poner a disposición de las embarcaciones de recreo usuarias servicios como una intranet, o establecer sistemas de videovigilancia. Este control por cámaras se podría aplicar a toda la zona de cobertura costera, al contar con una red inalámbrica de banda ancha que permitiría instalar equipos de videovigilancia en puntos estratégicos. La organización y seguimiento de actos deportivos en el mar, como las regatas, también podrían aprovechar las ventajas del sistema con Wimax.

Así las cosas, las aplicaciones del proyecto podrían tener usos tanto públicos como privados. "Una opción sería, por ejemplo, que una Administración pública desarrollara una red de antenas para cubrir la zona costera", explica Jorge Seoane, que comenta que Portos de Galicia, a la sazón usuario potencial, ya conoce los resultados de la investigación. Empresas particulares tambien podrían estar interesadas en montar una red inalámbrica privada para dar servicio de internet o controlar instalaciones marinas como parques eólicos, polígonos  acuícolas o plataformas petrolíferas.

Equipamiento
Las necesidades de equipamiento no serían excesivas, aunque el coste variaría según el área que se quisiera cubrir, exigiendo el despliegue de más o menos número de antenas emisoras. En el otro extremo del sistema, cada barco o punto de destino de la señal necesitaría un equipo receptor que puede consistir en una antena que capte señal Wimax, conectada a un PC. Con la popularización de esta tecnología inalámbrica (que utiliza bandas libres como también lo hace el wifi para crear su red, abaratando así costes) se espera que los nuevos equipos informáticos acaben integrando de serie estos receptores.

Por el momento, el proyecto Seamax, subvencionado por la Xunta con 250.000 euros a través del programa INCITE y que se ha desarrollado entre noviembre de 2007 y octubre de 2009, ha permitido idear, diseñar y testar el sistema y obtener un prototipo experimental de equipamiento, El objetivo a partir de ahora es conseguir un producto final comercializable que ofrecer a las embarcaciones.

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