La nueva pirámide nutricional incluye suplementos y ejercicio

La tabla creada por la Sociedad Española de Nutrición pone el acento en la importancia de la vitamina D. Recomienda caminar una hora al día, lo que equivaldría a dar 10.000 pasos

El equilibrio emocional, el balance energético o las técnicas culinarias son las bases de la nueva pirámide de la alimentación saludable avalada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Además, la nueva pirámide de alimentación saludable incluye por primera vez los suplementos nutricionales, una opción que debe ser analizada de forma individual por parte de los profesionales de la salud con formación específica en nutrición.

Dentro de los suplementos nutricionales, la SENC pone especial atención en la vitamina D, cuyos suplementos pueden ser muy necesarios para recién nacidos, niños o ancianos si no están tomando alimentos fortificados, o no toman el sol habitualmente.

El principal problema en el déficit de vitamina D es que se encuentra en muy pocos alimentos y en los que lo hace son potencialmente grasos. Por ello, para tener un buen aporte es necesario un mínimo de 20 minutos de sol en jóvenes y de 30 a 40 en adultos. Este es un punto importante debido a que la vitamina D incide en la salud ósea y en las enfermedades cognitivas o degenerativas.

El presidente del comité científico de la SENC, Javier Aranceta, afirmó ayer durante el acto de presentación de estos materiales que la alimentación es una herramienta de promoción de la salud. Por este motivo, es muy importante pensar en lo que vamos a comer, comprar, cocinar, preparar y degustar los alimentos "con amor".

Así, la pirámide alimentaria plantea en su base mantener estilos de vida saludables, por lo que es necesaria la actividad física regular (una hora al día, equivalente a 10.000 pasos), un balance energético que implique más movimiento conforme más consumamos, técnicas culinarias saludables y una hidratación adecuada.

También incluye el tener buen equilibrio emocional, un elemento "muy significativo" para mejorar la alimentación, ya que según nuestras "sensaciones vitales" nos va a apetecer un tipo de comida u otra. "Cuando estoy deprimido o enfadado no me apetece cocinar, por lo que tomo una cosita rápida o algo al microondas", explicó Aranceta.

El resto de la pirámide mantiene su estructura: consumo principal de arroz, cereales y patatas, además de las cinco raciones de fruta y verdura y aceite de oliva virgen extra, que se engloban en lo que conocemos como dieta mediterránea y debería constituir un 70% de nuestra alimentación.

A estos le siguen el consumo variado de lácteos, pescados y carne blanca, mientras que la carne roja y los embutidos deberían ingerirse moderadamente. Y de manera ocasional la bollería industrial, chucherías y untables como los patés, que suelen llevar muchas grasas saturadas.

La cumbre de la pirámide incluye una bandera con suplementos nutricionales, como hierro o ácido fólico para mujeres que quieran tener hijos o de vitamina D, aunque siempre con asesoramiento profesional.

En cuanto a la pirámide de la hidratación, siguen las recomendaciones de entre dos litros y dos y medio de agua, por lo que el doctor Aranceta aconsejó un "ránking personal" relacionado con el color de la orina: si esta es oscura, es necesario beber más.

Aranceta explicó que como base de esta hidratación se encuentra el agua y, en segundo lugar, el consumo de té e infusiones, café sin azúcar, agua con gas, gaseosas y refrescos sin azúcar.

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