Fin de la pandemia de la gripe A

La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, anunció este martes que después de catorce meses desde que se decretó el estado de alerta máxima es el momento de hablar oficialmente del fin de la pandemia declarada por la gripe A e informó de que, ''en gran medida, la trayectoria del nuevo virus H1N1 se ha agotado''.

Así, según la OMS, ''el mundo ya no se encuentra en la fase 6 de la alerta por pandemia de gripe. Hemos pasado a la fase post pandémica'', fueron las palabras de cierre a la crisis sanitaria de la directora general de la OMS, Margaret Chan, en una conferencia de prensa telefónica hoy desde su Hong Kong natal.

Paso a virus estacional
Según explicó, el Comité ha basado su evaluación en la situación mundial y en los informes de varios países que en estos momentos están afectados por la gripe. Sin embargo, la OMS avisa que entrar en el periodo pospandémico ''no significa que el virus H1N1 haya desaparecido'' y prevé que ''se comportará como un virus gripal estacional y seguirá circulando durante varios años''.

Así, se espera que se registre ''una elevada transmisión de H1N1 en brotes locales de diversa magnitud'', situación que se observa en estos momentos en Nueva Zelanda, ''y que puede darse en otros lugares''. Por otra parte, esta agencia de la ONU tampoco descarta que el virus ''siga provocando una grave morbilidad entre los grupos de edad más joven, al menos durante el periodo pospandémico inmediato''.

Sin embargo, más de un año después y con 350 millones de personas vacunadas, el virus H1N1 ha dejado atrás menos de 19.000 fallecidos, una cifra muy lejana de la que provoca la gripe estacional, que registra entre 250.000 y 500.000 muertes anuales, según datos de la OMS.

Intereses comerciales
Ante la imparable propagación del estado de alerta y el gasto millonario de muchos países en la compra de vacunas, surgieron voces críticas desde el interior del organismo sanitario que reclamaron por qué no se hizo un estudio serio de las personas a las que se debía vacunar.

Tampoco se hicieron esperar las condenas sobre posibles injerencias de los intereses comerciales al decretar esta crisis sanitaria, que ha reportado 6.000 millones de euros de beneficios adicionales a la industria farmacéutica.

Una de las posiciones más críticas y de mayor calado en la opinión pública fue la del epidemiólogo y presidente de la Comisión de Salud del Parlamento del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, que acusó directamente a la OMS de haberse dejado influir por la industria farmacéutica en sus decisiones sobre la pandemia.

Comentarios