''La tristeza, sin Sevilla, hubiera sido más difícil''

El viudo de la duquesa de Alba, Alfonso Díez, ha agradecido "de corazón" el cariño expresado por miles de personas ante el fallecimiento de Cayetana Fitz-James Stuart, muchas de las cuales visitaron la capilla ardiente de la aristócrata, que se instaló el jueves y el viernes en el Ayuntamiento de Sevilla.

En una carta autógrafa enviada Efe, Alfonso Díez agradece al "pueblo de Sevilla y a todos los españoles que nos han acompañado de una forma o de otra con su cariño y su pena".

El viudo de la duquesa de Alba muestra su gratitud igualmente al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y a las instituciones representadas en la exequias de la aristócrata su "apoyo incondicional".

Alfonso Díez, que también se refiere a "todos los que han sufrido la marcha de su querida amiga", ha destacado el "respeto y profesionalidad" con el que los medios de comunicación han cubierto el ingreso hospitalario y el fallecimiento y el funeral de su esposa.

"La soledad y la tristeza en la despedida de Cayetana, sin Sevilla, y sin todas estas personas, hubiera sido mucho más difícil", añade el comunicado de Díez, quien como han hecho otros miembros de la familia Alba, asegura que nunca olvidará cómo se han sentido acompañados por miles de personas.

La familia Alba también expresó el lunes pasado a través de un comunicado su "enorme gratitud al pueblo sevillano" por haberla acompañado "con tanto cariño en el doloroso trance del fallecimiento y exequias" de la duquesa de Alba.

Así lo expresó el primogénito de la duquesa de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, quien también en nombre de su familia afirmó: "No olvidaré el profundo amor que los sevillanos han profesado a mi madre, la duquesa de Alba, en su vida y en su muerte".

La duquesa de Alba falleció en Sevilla la mañana del jueves pasado, y su funeral se celebró en la catedral de Sevilla el viernes, el mismo día que, por la tarde, sus cenizas fueron depositadas en la Iglesia del Valle, sede de la cofradía de Los Gitanos, de la que la aristócrata era hermana.

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