Las especies invasoras pueden causar en 50 años tanto daño como cambio climático

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En los próximos 50 años las especies invasoras pueden causar tantos daños a la biodiversidad como el cambio climático, razón por la cual, y coincidiendo con la semana de la ciencia, el Jardín Botánico de Gijón ha organizado una serie de visitas guiadas, talleres y charlas para dar a conocer este tema.

Como explica la directora del Botánico, Ana Casino, las plantas invasoras son aquellas que se introducen en una determinada región de la que no son autóctonas y se adaptan a ella propagándose fácil y rápidamente, sin necesidad de intervención humana y causando daños en el conjunto del ecosistema.

Pero no todas las especies que llegan a una zona nueva son invasoras, ya que éstas se caracterizan por ser ''competidoras y muy resistentes frente a las agresiones externas'' y tener un crecimiento ''muy agresivo''.

Además, no suelen venir acompañadas por el herbívoro o depredador natural que ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema en su entorno de origen y en ocasiones resultan tóxicas para los animales de las áreas invadidas, por lo que las especies autóctonas soportan una mayor presión debido al ''sobrepastoreo'' mientras las nuevas plantas no encuentran resistencias que eviten su propagación.

Mimosa, plumero o hierba de la pampa
Estas plantas traen consigo una serie de problemas como la degradación de los suelos, la introducción de nuevas plagas y enfermedades, el aumento de malas hierbas, alergias y gastos económicos derivados de su control y erradicación.

Por esta razón, desde el Botánico se está llevando a cabo un programa de sensibilización a través del cual se enseña a los visitantes a identificar las especies invasoras con más presencia en la cornisa cantábrica, como la mimosa, el plumero o hierba de la pampa, la caña, el barrón y la budleia.

Localizar los lugares donde se encuentran estas plantas es fundamental para tenerlas controladas, evitar su expansión y llevar a cabo acciones de erradicación, y por eso se ha creado una herramienta de cartografía que permite a los ciudadanos que logran identificarlas señalar su posición sobre un mapa.

Amplias extensiones de terreno
Así, la labor de concienciación y divulgación y el interés de los ciudadanos permiten situar en el mapa, a través de Internet y Google Earth, las especies de plantas invasoras que se pueden encontrar en Asturias y facilitan las labores de erradicación.

En cualquier caso, estas son costosas, ya que si se hacen de forma mecánica requieren mucho trabajo porque, por lo general, estas plantas ocupan extensiones amplias de terreno, y si se emplean tratamientos químicos es difícil evitar que afecten también a las especies autóctonas y pueden acarrear consecuencias medioambientales indeseables.

Por lo tanto, señala Casino, la mejor herramienta para evitar su propagación es la prevención a través de pequeños gestos, como evitar tener estas especies en los jardines.

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