Los marinenses despiden entre llantos a la Sardiña

Centenares de personas participaron en el tradicional entierro del Miércoles de Ceniza a pesar del mal tiempo ▶ Numerosas viudas lloraron durante toda la tarde la muerte del personaje más característico del Entroido marinense

Jornada de luto y pesar la que vivió este miércoles el municipio marinense. Fue un día trágico, ya que la villa perdió a uno de los más característicos personajes del Entroido, la Sardiña, que, un año más, acabó ‘asolagada’ a la orilla del mar entre el llanto de sus numerosas viudas. Ya por la mañana se notaba en el ambiente la tristeza de un pueblo que despide a alguien tan querido y las calles del centro estuvieron engalanadas al efecto para ambientar el evento.

Sin embargo, fue desde media tarde cuando se acentuó el llanto, especialmente en el velatorio celebrado en el Palco da Música, hasta donde se acercaron, a pesar del mal tiempo, centenares de personas, muchas de las cuales firmaron en el libro de condolencias y repusieron fuerzas con pan de maíz y vino.

El Ateneo Santa Cecilia se encargó de su organización, sin que faltase la tradicional marcha fúnebre que, como es habitual, partió con total puntualidad, aprovechando, además, una tregua de la lluvia, que restó afluencia de público pero no impidió que centenares de personas se sumaran a la luctuosa celebración, sin poder contener el llanto y portando un buen número de coronas de laurel.

Desde las aceras gran cantidad de vecinos siguieron el discurrir del Enterro con gran curiosidad y sin que faltase el humor. Los estandartes abrían la marcha. Tras ellos, componentes de las dos comparsas marinenses (Os da Caña y Os Paparrulos) vestidos de riguroso luto acompañaron los restos mortales de la querida convecina, junto al ‘bispo’ y las autoridades de la zona, que no quisieron perderse tan importante acontecimiento, además de las numerosas viudas que no dejaron de llorar en todo el camino hasta el ‘asolagamento’ que tuvo lugar a la orilla del mar.

La Banda do Enterro tuvo un protagonismo especial, ya que en todo momento marcó el ritmo de la comitiva de acuerdo con los acordes típicos de la ocasión.

Mientras la Sardiña se dirigía con resignación a su lecho de muerte, la megafonía emitía el pregón, la letanía y el sermón, en los que se recogieron los problemas que afectan a la sociedad actual, fundamentalmente la crisis económica y política y la corrupción, aunque sin olvidarse de los locales. El Enterro da Sardiña continúa siendo uno de los actos más destacados del Entroido marinense, siempre cargado de la fina ironía que lleva aparejado en toda su estructura y permitiendo el disfrute de todos los participantes y del público.

Comentarios