"Non me gusta nada escoitar 'ai, pobriña'"

Susi Maquieira huye de la resignación, anima a las personas con discapacidad a que luchen por su integración social y reclama el apoyo de las instituciones desde Avanzar Ulla-Umia
Susi Maquieira preside Avanzar Ulla-Umia desde su fundación, y Carmen Rey es vocal de este colectivo
photo_camera Susi Maquieira preside Avanzar Ulla-Umia desde su fundación, y Carmen Rey es vocal de este colectivo

Susi Maquieira no pierde el tiempo lamentándose. Excepto durante un corto período de su juventud, en el que reconoce que la presión ambiental llegó a afectarle, medir 112 centímetros no la condicionó en absoluto.

Y, como decidió afrontar con resolución, entereza y optimismo la situación que le tocó vivir, entendió que hay situaciones especiales que es mejor compartir para superarse, hacerse más fuerte y, también, para que sus reivindicaciones encuentren eco en las administraciones antes las que las plantean.

Con esta idea se reunió un día con un grupo de personas con discapacidad del municipio de Cuntis, donde vive. Era el año 2008 y fueron 20 las que acudieron a su llamada y formaron el embrión de la asociación Avanzar Ulla-Umia. Poco a poco, este colectivo fue haciéndose presente en varios municipios de la comarca y ampliando su radio de acción.

Actualmente, también cuenta con socios de Moraña, Catoira, Pontecesures, Valga, Caldas de Reis y Portas. Son 45 los abonados, aunque la cifra legó a ser más alta, y cuentan con personas que, sin tener ningún tipo de discapacidad, colaboran con Avanzar Ulla-Umia.


Un padre puso a su hijo a su lado para reírse de su estatura, pero le cambió la cara cuando ella lo puso en evidencia usando la razón

"Non nos coñecía ninguén nin sabiamos a que porta podiamos petar", recuerda Susi Maquieira de los primeros tiempos. Haberse integrado en la Coordinadora Galega de Minusválidos les permitió contar con unos profesionales que pueden asesorarlos e incrementar su visibilidad. "Pouco a pouco nos van coñecendo", agrega.

Una consecuencia positiva de que su imagen esté presente es que las instituciones públicas cuentan con ellos, aunque lamentan que en lugar de contar con una ayuda estable todos los años tengan que verse ante la tesitura de presentar solicitudes que no siempre son atendidas, como sucedió en el actual por parte del Concello de Cuntis, expone.

Además de las subvenciones que puedan recibir y las cuotas que pagan los socios, Avanzar Ulla-Umia también recauda fondos a través de la venta de bolsos, cinturones y carteras de cuero que elaboran sus socios. Esta actividad se celebra un día por semana en Cuntis.

Además de servir de motivo para verse y charlar, también provoca efectos terapéuticos muy positivos, que resultan especialmente reseñables en el caso de un socio que sufrió un ictus, por lo que no puede usar una mano. Para superar esta limitación, y que pueda trabajar el cuero como los demás, sus compañeros de la asociación idearon un sistema de fijación del cuero, mediante unas pinzas, que le permite usar la extremidad que no resultó afectada. "O médico díxolle que mellorara moitísimo", subraya Susi Maquieira.

Las jornadas de termalismo, en el balneario de Cuntis, nunca faltan en el programa, y tampoco alguna excursión, en la que también participan personas sin discapacidad siempre que queden plazas libres, porque es otra fórmula para propiciar la integración. Los cañones del río Sil fueron el destino este año.

Romper las barreras también exige eliminar los obstáculos que impiden la movilidad o la limitan. Susi Maquieira explica que cuando el Gobierno local de Cuntis anunció la decisión de reformar una calle se puso en contacto con Avanzar Ulla-Umia para pedir su asesoramiento.

 Cuando finaliza sus intervenciones ante los alumnos de los centros escolares, se forman una fila para felicitarla

Una vez realizada la reforma, esta asociación aprovechó la presencia del equipo de baloncesto Anfiv, de Vigo, al que invitó a dar una charla, para que sus jugadores comprobasen si la obra había sido realizada correctamente, y recibió su aprobado.

Otras barreras, las mentales, todavía están muy presentes. Susi Maquieira afirma que el dicho "mentres a min non me toque" es bastante habitual, pero recuerda que "hoxe estás ben, mañá tes un accidente e a vida da un xiro de 180 graos".

Entonces llega el momento de poner a prueba la capacidad de superación, y sostiene que la familia debe ayudar, pero nunca sobreproteger, porque es preciso tratar de hacerse valer por uno mismo y mantener la autonomía. Y no vale deprimirse y considerarse una carga para los más próximos, aunque reconoce que es fácil decirlo.

Los socios de Avanzar Ulla-Umia tienen entre 16 y 70 años. "Saes una noite de marcha, sofres un accidente e podes ser outra persoa", advierte Susi Maquieira, que conoció a muchas cuyas vidas se truncaron en una noche de diversión que acabó en tragedia.

Con 43 años, la enfermedad que sufre impide que crezcan sus huesos, pero no que estudiase en Cuntis, Caldas de Reis y Vigo. "Non coñecín outra cousa, nin mellor nin peor, é o que me tocou vivir", dice. Reconoce que lo pasó mal cuando tenía 18 años. "Unha expresión que non me gusta nada escoitar é ai, pobriña", subraya.

Hace mucho tiempo que superó los malos momentos, pero lamenta que haya padres con tan poca sensibilidad como para poner a sus hijos pequeños a su lado para reírse. Le sucedió en Sanxenxo, donde pasa el verano, y al autor de la broma le cambió la cara cuando lo puso en evidencia.

Todos los años habla a los alumnos de varios centros escolares, que la reciben con sorpresa y escepticismo y, cuando finaliza su charla, forman una fila para besarla. "E eu digo: dende que entrei ata que saín, non cambiei nada. Supoño que se falara pola radio dirían que o fago moi ben. É a cultura da imaxe".

A su lado está Carmen Rey, que es vocal de la asociación Avanzar Ulla-Umia y llegó antes que ella a la cita para la entrevista, en la que no quiso intervenir. "Vale o seu peso en ouro", dijo de Susi Maquieira: 27 kilos.

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