Proponen exponer a las langostas al humo de cannabis para que afronten su cocción sin estrés

La iniciativa nace en un restaurante de Maine, en el que creen que además de evitar el sufrimiento del crustáceo su carne ganaría en sabor

Una langosta.EP
photo_camera Una langosta.EP

La langosta, tal vez el manjar marino al que se le atribuye un efecto afrodisíaco más potente por detrás de las ostras, podría comenzar a recibir en la recta final de su vida un placentero estímulo de la mano del ser humano: el de la marihuana.

El debate sobre el sufrimiento que pueden padecer estos crustáceos en el momento que son arrojados vivos al agua hirviendo de la olla ha ido un paso más allá. Después de que Suiza llegase a prohibir en marzo precisamente esta práctica en las cocinas de sus restaurantes, un local hostelero de Maine, en Estados Unidos, el Charlotte’s Legendary Lobster Pound, se está planteando sedar a estos animales con un poco de humo de marihuana antes de su preparación, brindándoles así la oportunidad de afrontar su cruel final envueltos en una verde calma.

El restaurante en cuestión es propiedad del Southest Harbor, un establecimiento autorizado para la venta de marihuana con fines terapéuticos. Su propósito, dicen, es “humanizar” el proceso de cocción.

Según apuntan medios norteamericanos, Charlotte Gill, propietaria del local, hizo ya una primera prueba. Colocó el animal en una caja con un poco de agua y, a continuación, sopló humo de marihuana en su interior. Comprobó cómo el crustáceo se tranquilizó y luego lo liberó al mar. Esta empresaria hostelera ha explicado que pretende instaurar este método cuando los clientes lo pidan, así como construir un espacio donde pueda 'humear' a varias langostas a la vez.

Además, Gill cree que la sedación con cannabis dará una carne más sabrosa porque rebajará el estrés del animal en el momento de la cocción.

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