¿Puede un agente de la Policía o la Guardia Civil ejercer una segunda profesión?

La respuesta es afirmativa, aunque es muy difícil lograrlo ante la negativa sistemática de la Administración a todas las solicitudes de compatibilidad laboral
Un agente de la Guardia Civil. DP
photo_camera Un agente de la Guardia Civil. DP

Aunque está lejos de ser la tónica habitual dado el esfuerzo que requiere preparar una oposición, sacar una plaza y obtener un destino donde ejercer como agente de la Policía o la Guardia Civil, sí que existen casos de personas que, una vez llevan un tiempo dentro del cuerpo, tratan de lograr la compatibilidad laboral y poder así ejercer una segunda actividad que les gusta en su tiempo libre.

Imaginen, por ejemplo, que su pasión es la preparación física y que fuera de su jornada laboral les gustaría trabajar con deportistas ya sea como monitor en un gimnasio, ya que tienen un título o una licenciatura al respecto, o ejerciendo de entrenador en un centro de alto rendimiento. Como este ejemplo de lo más básico hay decenas: taxistas, carpinteros, fotógrafos… Todos ellos tienen algo en común y es que les encantaría poder compatibilizar su labor principal con esta otra función. Pero no es sencillo.

Dice el refrán que del dicho al hecho, hay un trecho. Más aún en este caso. Aunar ambas tareas con las trabas que ponen desde la Administración requiere mucha persistencia y en el caso de querer intentarlo hay que pasar una larga travesía que, si bien es complicada, puede concluir con un final feliz. 

¿Qué habría que hacer para tratar de conseguirlo?

Juan Carlos Fernández lleva años especializado en asuntos del derecho administrativo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y maneja a menudo problemáticas que incumben a agentes de la Guardia Civil o la Policía Nacional. Él, desde su despacho Monteagudo y Vales, ha logrado obtener la compatibilidad laboral para distintos clientes y conoce de primera mano cuáles son los pasos a seguir para tratar de conseguirlo.

El especialista aclara que "al igual que al resto de funcionarios públicos, a los policías o guardias civiles se les aplica la Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas" y además añade que en el caso concreto de la Guardia Civil, dado su carácter militar, "se limita todavía más el poder desarrollar una segunda actividad con el Real Decreto de incompatibilidades del personal militar".

Aclarado esto, Juan Carlos Fernández señala que "antes de iniciar cualquier tipo de actividad al margen de la Administración, debe ser solicitado por el funcionario". Para ello, tendrá que presentar una instancia donde especifique qué actividad tiene intención de realizar, siendo lo más normal que se le deniegue por parte de la Subsecretaría del Interior.

A continuación, prosigue, "los pasos a seguir una vez se deniega la compatibilidad consiste en realizar la interposición ante el Tribunal Superior de Justicia en el plazo de dos meses y a partir de ahí se establecerá una línea de comunicación entre el procurador y el abogado". Lo más normal es que, una vez avance el tiempo, se presente "una demanda exponiendo los argumentos para la concesión de la compatibilidad y se solicitará una práctica de pruebas que lo justifiquen". Tras estos trámites el Tribunal dictará sentencia. 

¿Por qué la Administración se opone a la compatibilidad laboral?

Al ser cuestionado por los argumentos que llevan a la Administración a denegar por decreto cualquier solicitud inicial, este letrado revela que ellos "pretenden obtener la mayor dedicación posible del funcionario", aunque asegura que "todos los agentes saben que su primera obligación es cumplir con su servicio en la Administración y que se deberían flexibilizar sus métodos de concesión, porque ellos saben que esta misma compatibilidad está supeditada a cumplir con su servicio". 

Por último, el propio Juan Carlos Fernández asegura que "en los últimos tiempos las compatibilidades están muy extendidas a raíz de los bajos sueldos de los agentes, algo que a muchos sirvió de incentivo para buscar una fuente de ingresos adicional". Él en este tiempo de experiencia se ha encontrado con casuísticas de todo tipo y con una gran variedad de profesiones, "desde piloto de helicópteros, mantenimiento de piscinas y socorrismo, hasta labores en el sector de la restauración". Aunque sin duda el más curioso es el que están a expensas de lograr en las próximas semanas, que es el de "una agente de la Guardia Civil que desea ejercer como influencer en las redes sociales".