Rivales en el césped, amigos en el Rincón

El Rincón Criollo será este domingo punto de encuentro de hinchas argentinos de Boca y River en Pontevedra. Aficionados de ambos equipos hablan con emoción horas antes del partido

Argentinos afincados en Pontevedra en la asociación Rincón Criollo. CHRISTIAN FERNÁNDEZ
photo_camera Argentinos afincados en Pontevedra en la asociación Rincón Criollo. CHRISTIAN FERNÁNDEZ

El de este domingo se espera que sea el tercer y último acto de un espectáculo que va más allá del mero deporte. Porque el fútbol es la pasión de Argentina y la final de la Copa Libertadores que disputarán River Plate y Boca Juniors en Madrid ha trasladado ese furor a diez mil kilómetros de Buenos Aires.

Era el partido del siglo para ambas aficiones -es la primera vez que los principales equipos argentinos se enfrentan en la final del campeonato americano-, pero los acontecimientos de las últimas semanas han sobrepasado lo meramente deportivo para alcanzar la crónica de sucesos.

Aplazamiento del primer partido, a causa de la inundación del estadio de La Bombonera. Empate a 2 goles en su reanudación. Y suspensión del encuentro de vuelta con sanción debido a los incidentes provocados por hinchas del River, que atacaron el autobús en que viajaba el equipo de Boca. Ahora, salvo sorpresas de última hora, el desenlace se conocerá este domingo en el estadio Santiago Bernabéu y la expectación no ha hecho más que crecer en los últimos días, alentada por el rechazo inicial de ambos equipos a la solución salomónica de la Conmebol americana, organizadora del torneo, para dirimir el conflicto. Algunas fuentes hablan de reventa de entradas por 3.000 euros para un encuentro en el que se esperan las máximas medidas de seguridad en la capital.

En Pontevedra, la comunidad argentina también está dividida entre ambas aficiones aunque, como ellos reconocen, "sin ningún fanatismo". Hinchas de uno y otro equipo volverán a reunirse en el Rincón Criollo, punto de encuentro de los argentinos residentes en la ciudad y donde vieron ya televisado (en directo y diferido) el encuentro de ida. Los miércoles son día de reunión en el local ubicado en la avenida de Uruguay, en Orillamar. Y allí hinchas de ambos equipos hablan sobre cómo ven la gran final y toda la polémica que la ha rodeado.

Algunos de los miembros del colectivo cuentan que verán el partido en Madrid, como es el caso de Jorge Paladino Padía y José Barbeito. El primero es de River, el segundo de Boca, "pero somos como hermanos", señala Paladino, que bromea diciendo que "si nos pegamos no nos vamos a denunciar".

VIAJE. "La amistad está siempre por encima", apostilla Barbeito. Eso sí, antes del viaje ya hay una primera discrepancia. Mientras que para Paladino que se dispute este encuentro en la capital española "es injusto porque River juega en inferioridad de condiciones", Barbeito se muestra encantado de tener la oportunidad de ver a su Boca en la final. "Si fuera en Argentina, no podría ir a verlo, eso seguro. Así que me parece perfecto -afirma-. Para poder disfrutarlo realmente es lo mejor que pudo haberse hecho. Aquí va a estar todo muy controlado y sin gente que va a la cancha a hacer disturbios".

"Para el argentino de acá es un regalo, pero el que se merecía esto es el argentino de allá"

"Boca ha jugado el primer partido de la final en su estadio con 50.000 personas -advierte Paladino-. A River le tocaba jugar en su estadio con 80.000 personas y ahora van a jugar en el Bernabéu, fuera del país y en tribuna estarán mitad y mitad de aficionados. Y todo por hechos que sucedieron fuera del campo y que eran competencia exclusivamente de la Policía y el Estado. No tiene ninguna culpa River. Existen violentos en todas las aficiones, pero lo que tienen que hacer es un cordón de seguridad en condiciones. Y no sancionar a River cuando los hechos no ocurrieron en el estadio".

"Lamentablemente -añade Barbeito-, ahora cada vez que se juegue un Boca-River va a haber problemas serios porque va a quedar lo que pasó en este partido y no lo van a poder controlar".

Paladino, abogado afincado en Pontevedra desde hace 23 años, es de River desde niño. Igual que otro de los asiduos del Rincón Criollo, Luis Ledesma, un odontólogo jubilado de 68 años, que cumple este diciembre 29  viviendo en Combarro. Los dos se hicieron aficionados al equipo en contra de los criterios de sus respectivas familias. En el caso de Paladino, su entorno era del Independiente de Avellaneda y, en el de Ledesma, de Boca.

"En casa -apunta este último-, mi madre, era de las que decía que de fútbol y política no se hablaba en la comida. Pero aún hace unos años que mi hermana y yo acabamos discutiendo como niños una vez que fui de visita". El odontólogo explica que "para entender mi país, al argentino y lo que es el fútbol, si no lo viviste allá, es difícil comprenderlo". "Es pasión de multitudes -agrega-. De lunes a viernes, la gente sufre porque no llega a fin de mes. Hay problemas económicos, de trabajo... Pero sábado y domingo se corre un velo y todo es hablar de fútbol, de deporte, el asadito, la familia y la reunión. De eso es lo que me acuerdo yo, y no del fanatismo".

VACILE, NO FANATISMO. Tanto él como Paladino señalan que en su país "se ve el fútbol con picardía, con vacile, pero acaba el partido y cada uno a su mundo; otra cosa es el barra brava". Coinciden en que en el caso de River-Boca, la rivalidad es muy similar a la que se da en España entre el Sevilla y el Betis. "Otra cosa son los violentos -apunta el abogado- que los hay en Argentina, España, Rusia, Inglaterra...".

"No son hinchas normales. En Argentina los que hacen todos estos disturbios son los barras bravas -insiste el xeneize José Barbeito-. Viven de esto. Cobran dinero. Es una mafia. Siempre crean problemas y no son problemas de que se pelean unos con otros, sino que puede haber tiros, muertes...".

Ledesma matiza, no obstante, que "es una vergüenza para el país la imagen que se está dando al exterior". Coincide en que la final de este domingo debería haberse jugado en Argentina "porque... ¿cómo en un partido de fútbol no se puede garantizar la seguridad y sí en la cumbre del G-20, con todos los presidentes? Ahí no ha pasado nada... Me cuesta mucho interpretar y comprender".

"¿Cómo se puede asegurar un partido de fútbol y no un G-20? Me cuesta comprender"


De la misma opinión es Ángel Juárez, a quien todos llaman Lito, seguidor de Boca. "Siento vergüenza ajena con todo lo que pasó, pero yo hubiese preferido que se jugase en Argentina porque me da un montón de rabia y pena por esa gente de allá que lo quiere ver, que lo vive. Para el argentino que está aquí es como un regalo, pero quien se merecía esto son los de allá", recalca.

"Yo tenía muchas ganas de ir a Madrid -apunta Ledesma-, pero no va a poder ser. Probablemente irán muchos compatriotas que vivan aquí, pero ¿cómo va a abonar un argentino el pasaje y luego los 700 euros que dicen que está valiendo una entrada de reventa? Aunque tuviera ese dinero, no lo gastaría en eso". Paladino reconoce que es difícil para un argentino de clase media, "porque encima los billetes de avión se triplicaron", pero añade que "hay gente en Argentina que vive muy bien y se lo podrá permitir". "Es un hecho -sostiene- que la afición que más gente llevó al Mundial de Rusia fue la argentina".

MÁS HINCHAS DE BOCA. Lito Juárez, como José Barbeito, es de Boca "desde siempre". "De Boca se nace y no hay cambios en nuestra trayectoria. Somos siempre de Boca", subraya Barbeito, de 51 años y afincado, desde hace 14, en Pontevedra, donde trabaja como carnicero. Afortunadamente, este domingo no hay nada que lo retenga en la Boa Vila y muy temprano emprenderá con Paladino viaje rumbo a Madrid, donde se encontrará con su hija que, además de vivir el fútbol y a su equipo con la misma pasión que su padre, está casada con un futbolista del  Olympique de Marsella.

Aunque Lito, rotulista de 45 años y residente en Pontevedra desde hace casi tres décadas, no considera que su amor por Boca esté a la altura del que le profesa Barbeito ("no soy muy forofo, soy un simple aficionado"), lo cierto es que guarda con cariño varias camisetas del equipo y el recuerdo, ya lejano, de haber visto a Maradona defender su escudo en La Bombonera en la temporada 1981-82. Este domingo no estará en el Bernabéu, pero lo animará como el que más desde el Rincón Criollo, donde, además de ver el partido, si la emoción lo permite disfrutarán de uno de los platos más populares de Argentina: el choripán (bocadillo de chorizo criollo). "Aunque no soy como ellos, quiero que gane Boca y lo gritaré, claro que sí. Además, te metes en ese clima que se forma allí y es imposible no hacerlo", comenta.

"Aquí va a estar todo muy controlado y sin gente que va a la cancha a hacer disturbios"


"Nos divertimos, nos burlamos: gallina (apodo de los hinchas de River) de aquí, bostero (apodo de los hinchas de Boca) de allá, pero los piques no van más allá -precisa Barbeito-. Uno le canta los goles al otro. En el partido de ida, como hubo dos goles para cada uno, los gritos estuvieron igualados. Aunque éramos más de Boca, como siempre... -señala con retintín-. En la asociación hay más gente de Boca, como en todo. Aparte es el único equipo grande que queda en Argentina que no se fue nunca al descenso".

Ledesma ríe cuando dice que él es de River, "pero lamentablemente siempre hay más hinchas de Boca, se le llama la mitad más uno del país; a nosotros nos cuesta aceptar eso pero es una realidad".

Ese ambiente que se respira en el Rincón Criollo Barbeito espera vivirlo este domingo elevado a la máxima potencia en el Bernabéu. "Voy a gritar todo el partido. Al otro día estaré afónico seguro", dice. Respecto al resultado, tanto él como Lito lo tienen claro: con una victoria por la mínima se conforman. "Mi pronóstico es que va a ganar Boca, evidentemente. Con 0-1 en el minuto 90 ya estoy contento. No necesito mucho más. Los de Boca somos así. El hincha de River es muy exquisito, quiere que gane y juegue bien. Para el de Boca lo único importante es que gane y se deje todo en la cancha, nada más. Si se gana o se pierde es otra cosa, pero lo importante es morir en la cancha. El River es el que tiene dinero y compra jugadores. El Boca es el que tiene jugadores que se matan por el escudo", asevera José Barbeito. "Los dos lo viven intensamente, pero River, los hinchas y el club en general, es más pijo", resume Lito Juárez.

Jorge Paladino no está de acuerdo, a pesar de que a los hinchas de River arrastran entre sus rivales el apodo de millonarios: "La gente pudiente está en los dos equipos -afirma-. No es que River sea de ricos y Boca de pobres. Porque, por ejemplo, el actual presidente de Argentina fue presidente de Boca y es uno de los hombres más ricos del país".

PRONÓSTICOS. Los hinchas de River que protagonizan este reportaje tienen claro, por su parte, que su equipo será campeón. Y se atreven a dar sus pronósticos. Jorge Paladino apuesta por un 2-1, mientras que Luis Ledesma garantiza un 2-0: "no es solo que quiera que gane River, es que estoy seguro de que va a ganar".

El odontólogo incluso afirma que ya está perparado para oír a sus rivales las justificaciones de la derrota. "Estoy seguro que la gente bostera ya va a decir que si venían cansaditos del viaje, que si un error del árbitro, o que están comprados, que el presidente del Madrid tiene mucho dinero y como River es millonario, bla bla bla... Los de Boca te dirán que ganarán de 30, pero van a perderlo", ríe.

El encuentro de ida coincidió con el Celta-Madrid y Luis Ledesma ya tenía entradas para este encuentro, por lo que lo tuvo que ver en diferido en el Rincón -"fue porque lo aplazaron una semana, sino no hubiera ido a ver el Madrid habiendo esta final"-. "Hacerle dos goles a Boca en su campo -narra- es muy difícil, así que para nosotros ese empate de ida ya era como un triunfo. Incluso me decían mis hermanos, Boca tiene mejor equipo, mejores delanteros, aunque River cuenta con una buena defensa y la experiencia del técnico, Gallardo, que es como si fuera aquí Cholo el del Atlético de Madrid. Se dan una serie de circunstancias y podíamos haber ganado. También hay muchas suspicacias con todo lo que ha pasado, incluso decían que los de los incidentes eran gente de Boca disfrazada como de River".

"Me hubiera gustado que mi Riber pudiera haber ganado la final en su cancha"

Este domingo, él estará de nuevo con sus amigos en el local, "charlando, haciendo chistes y después dándonos un abrazo y con respeto y educación, siendo deportivos, felicitando al que gane o que nos feliciten a nosotros. Aunque a los bosteros les cuesta mucho eso, jaja". "A mí, como argentino de River me hubiera gustado muchísimo que mi equipo pudiera ganar la final en su cancha y que diese la vuelta al campo. Aunque si llegamos a perder, sería horrible ver a la gente de Boca haciéndolo...".

Ledesma explica el otro apodo, además de millonarios, que les llaman a los de River, gallinas. "Es porque siempre quedaba segundo, perdió muchos campeonatos nacionales y de la Copa de Libertadores en la final", señala. Pero está seguro de que se romperá el gafe y compara la emoción de la final con un partido del Barcelona y Madrid en la final de la Champions League. "El fútbol para los argentinos es como una pasión -agrega Paladino-, no deja de ser una evasión y en algunos casos puede llegar a ser un medio político para desviar la atención. Depende de cómo lo quieras. El pan y circo existe en todos los lados".

¿Y cómo será la celebración si gana su equipo? Barbeito tendrá que estirarla al máximo en la cancha porque, lamenta, "a la mañana siguiente tengo que estar en mi trabajo", al igual que su compañero de viaje, que tiene que ejercer como abogado en un juicio el mismo lunes por la mañana. Lito, por su parte, asegura que se sumará a lo que haga falta. Mientras, Ledesma aboga por una celebración con mesura: "vamos a verlo todos y a demostrar que esto es solo fútbol, ya bastante se nos cae la cara con que vengan a jugar aquí a España". Quienes quieran acompañarles en el Rincón Criollo pueden hacerlo este domingo a partir de las 20.00 horas.

Un punto de encuentro desde hace veinte años
Los argentinos residentes en la ciudad combaten su morriña desde el Rincón Criollo
Una imagen de Carlos Gardel. Otra de un gaucho. Una bandera albiceleste -además de una uruguaya y una española-... Y una buena parrilla. Las huellas más icónicas de la cultura argentina están impresas en el pequeño refugio que la comunidad del país andino tiene en Pontevedra. El Rincón Criollo da nombre a la asociación de argentinos residentes en Pontevedra creada en 1998 y al local que les sirve de reunión cada semana desde 2007.

Jorge Paladino fue el primer presidente y Luis Ledesma ocupó el cargo durante ocho años. En todo este tiempo, señala el primero, han sido muchos los argentinos que han regresado a su país. "Ha habido mucho movimiento, mucha gente que va y viene -explica- . Ahora mismo nos podemos juntar como cincuenta en el local, pero somos más". El último censo de población extranjera, correspondiente a 2017, cifra en 110 los argentinos residentes en la capital, aunque en los momentos en que la crisis sacudió más fuerte al país sudamericano el número era más elevado. Así, a alguna de las xuntanzas del 25 de mayo (día de la independencia) en las instalaciones de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe acudieron quinientas personas y en la celebración del bicentenario de la citada efeméride reunieron a otras doscientas en el Recinto Feiral pontevedrés.

En esos momentos de recesión incluso llegaron a tener un Banco de Alimentos y a repartir ayuda a domicilio, "pero ahora las cosas están mejor y ya no continuamos con esa iniciativa". La situación ha mejorado, pero la búsqueda de empleo para quienes llegan sigue sin ser fácil: "Está complicado para quien no tiene papeles -señala Paladino-. El que los tiene lo tiene más fácil. Para quienes tienen la nacionalidad española hay más posibilidades de encontrar trabajo".

"Siempre tratamos de juntarnos en el Rincón -señala Luis Ledesma-. ¡Y es que hay unas ganas y un deseo de reunirnos para recordar tantas cosas! La gastronomía, nuestra bebida, nuestra cultura, nuestra forma de entender el ocio, las cartas y, por supuesto, el fútbol". Aunque muchos de sus miembros viajan cada cierto tiempo a Argentina, la morriña está muy presente y, como dice Paladino, "este local nos ayuda mucho para combatirla". No hay previstas celebraciones especiales por el veinte aniversario que cumple la asociación, pero la próxima cita es el día 16, para festejar de forma anticipada el final de año. Será, como no podía ser de otra forma, con un asado criollo.

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