Rosario Flores quiere ser como Amy Winehouse

La cantante flamenca, Rosario Flores, durante una actuación (AEP)
photo_camera La cantante flamenca, Rosario Flores, durante una actuación (AEP)

Después de mucho "rascarse" por dentro en busca de un cauce por el que fluyeran juntos su sangre gitana y su sentimiento musical negro, Rosario ha dado con el que para muchos puede ser su mejor disco en años, con temas como el del sencillo Yo me niego, en el que su sonido tiende al de Amy Winehouse.

"Ojalá me parezca un poquito a ella", ha dicho hoy la artista ante la publicación mañana de Rosario (Universal Music), su duodécimo disco de estudio, que sucede a Raskatriski (2011) y los recopilatorios Las voces de Rosario (2012) y Lo mejor de Rosario (2013).

Para ella es un halago la comparación con la fallecida cantante británica, pero puntualiza que ese estilo de la Motown con el que se crió "se inventó hace mucho" y que, para ella, un "quejío flamenco es como un quejío de blues", como demuestra de nuevo en Una lágrima más.

Modesta como siempre, rechaza poner este trabajo por encima del resto. En todo caso, dice que es "muy Rosario" y la culminación de ese sonido que había buscado durante tanto tiempo.

"Yo siempre me he sentido muy negra y tenía esa espinita de que no mezclaba el soul con lo español, pero gracias a Dios lo he conseguido", afirma orgullosa la ganadora de dos Grammy Latinos, para quien, "cuando las estrellas se mueven por ti, te vienen las canciones y la gente, y en este disco ha pasado eso".

Después de una carrera entera junto al productor Fernando Illán, la clave estuvo en su viaje a Miami para grabar este álbum con el joven Andrés Saavedra, ganador de dos premios Grammy Latinos, y en su colaboración en la composición con Fernando Osorio y Claudia Brant. "Lo que yo ya tenía, me lo triplicaron", dice.

El álbum se abre con Yo me niego, una "declaración de que a mí no me humilla nadie, que hay muchas cosas malas en el mundo y que hay que negarse", explica la artista, para quien "hay noes que son más fáciles de dar y otros que te cogen tus sentimientos por dentro".

"Rosario" se compone de 10 canciones, sin rellenos, que hacen de este un álbum plagado de potenciales singles, como Rumba americana, que tiene un punto de ska y de reggeatón mezclado con la rumba catalana, amén de un estribillo juguetón: Miami, Miami, ¡cómo te ami!, recita.

También hay "una balada maravillosa" como Comenzamos a flotar, que le mandaron los "ángeles" sin proponérselo en un interludio de la grabación, flamenco con Antonio Carmona en Tu boca y cortes como Oye, dime luna, que ha recreado a partir de un estribillo de Me duele el corazón de Laventa.

Aunque Rosario ha respirado la fama desde la cuna, reconoce que su último álbum sale al mercado en un momento de popularidad especialmente álgido gracias a su participación como "coach" en el programa de televisión "La Voz".

"Incluso yo noto el cambio, no doy un paso sin hacerme una foto con todo el mundo. Llegas a mucha gente que igual no te conocía, en mi caso, muchos jóvenes", reconoce.

Aunque ella ya está "madurita" y se ve "muy hecha", afirma que tiene "mucha juventud en el cuerpo" y "muchas cosas" que aún se le remueven dentro.

Sus próximos proyectos incluyen seguir con su participación en "La Voz", que este miércoles arranca la emisión de las galas en directo y que se prolongará hasta diciembre, en la que podría ser su última colaboración como jurado.

"No creo que hagan una tercera edición con los mismo 'coaches', me parece que no es la idea que tienen, pero no puedo decir de este agua no beberé, ha sido una experiencia muy bonita para mí", informa.

Después, en enero, llegará su nueva gira. Antes, estará firmando discos, prueba de la expectación que ha despertado su nuevo lanzamiento. Será en Madrid el 28 de noviembre (El Corte Inglés de Callao de Madrid, a partir de las 18 horas) y en Barcelona un día después (El Corte Inglés de Portal de l'Ángel, misma hora).

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