Una segunda vida para los muebles viejos que duermen en el desván

La lucense Lorena Vázquez impulsa Tengo uno en el trastero, un proyecto creativo y sostenible para recuperar piezas antiguas o deterioradas
Lorena Vazquez. DP
photo_camera Lorena Vazquez. DP

De la ingeniería forestal y el mundo de la empresa familiar a la restauración de muebles antiguos. Es el camino que ha emprendido la lucense Lorena Vázquez, impulsora de Tengo uno en el trastero, un proyecto que nace en plena pandemia para recuperar y restaurar piezas antiguas o deterioradas y darles una segunda vida. Su pasión por la decoración y el mundo del reciclaje y la pintura le han llevado a poner en marcha su proyecto que se basa en la sostenibilidad y la creatividad.

En sus primeros meses ha restaurado antiguos cabeceros, armarios, cómodas, escritorios... pero también se ha atrevido con el mobiliario de una peluquería, ha reformado un salón comedor particular o reinventado una vieja cocina de madera.

A pesar de la pandemia, de los precios históricos de la luz, el aumento de los alquileres o los combustibles, todavía quedan algunos valientes dispuestos a emprender. Y en el caso de esta joven ingeniera la apuesta es por el trabajo artesanal y la creatividad. "Tengo uno en el trastero consiste en recuperar y dar segundas vida a muebles que tenemos en casa desfasados por el paso de los años, o deteriorados, o simplemente, que ya no nos dicen nada y queremos dar un lavado de cara", explica Lorena Vázquez desde el taller que ha instalado en su casa de Lugo, donde realiza algunos de sus trabajos. "También esos de nuestras abuelas que guardamos olvidados en los trasteros sin saber muy bien qué hacer con ellos. Esos de los que no nos gusta deshacernos por el valor sentimental pero que a la vez no pegan con el resto de decoración de nuestra casa. ¡Ahí entro yo!", añade.

Llevaba tiempo ya haciendo algunas cosas para ella y su entorno, y siempre que se acercaba el final, cuenta, ya estaba pensando en qué iba a hacer la siguiente vez. "Es un mundo, que si te gusta, engancha. La pintura es terapéutica. Relaja muchísimo", sostiene esta emprendedora de Lugo.

"Siempre me ha encantado. Desde muy pequeña. Creo que me viene de mi madre, que estaba siempre redecorando la casa porque también a ella le encanta la decoración", confiesa.

REDES SOCIALES. Pocos meses después de poner en marcha su proyecto y darle visibilidad a través de las redes sociales (Facebook e Instagram), Tengo uno en el trastero recibe encargos de las cuatro provincias gallegas y algunas consultas de muchos otros puntos del país.

"La respuesta, no podría haber sido mejor", reconoce. "La gente me escribe constantemente para felicitarme y decirme lo mucho que le gustan mis trabajos, y eso me enorgullece y me llena de emoción. Es el primer paso y más importante para poder seguir". En su mente algunos sueños como tener en sus manos un antiguo reloj de campana, una bici de los 60, un chester..." demasiadas cosas para tan poco tiempo".

Emprender en tiempos de covid
Entre enero y junio de este año Galicia registró 957 nuevos autónomos, siendo el mayor pico de afiliación neta desde el 2019 en junio, con 610 nuevas altas. "No son los mejores tiempos para emprender, pero si uno quiere luchar por algo en la vida, qué menos que intentarlo", dice esta emprendedora que considera que no descarta tener una tienda física en la que exponer algunos de sus trabajos. "Nadie dijo que fuera fácil, como dice el refrán y mucho menos en estos momentos. Hay muchos gastos fijos que sí o sí, tengas o no trabajo, hay que asumir cada mes. Hay meses buenos, y otros que no tanto. De ahí, que de momento, no me anime a un local o tienda física como me gustaría. Todo se andará", concluye Lorena.

Comentarios