El desafío de Cota

Si él puede, tú también...

Cuatro de cada diez gallegos tienen sobrepeso. Una nutricionista y un entrenador personal explican cómo perder kilos y ganar salud

Cota
photo_camera Rodrigo Cota haciendo ejercicio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Dice el refrán que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. En materia de nutrición y de ejercicio ocurre lo mismo: solo los tenemos en cuenta cuando el cuerpo nos saca tarjeta amarilla. "Lo más habitual es que aparezca dolor en las articulaciones, un flato, una rotura fibrilar, una contractura... Lo peligroso es cuando el que avisa es el corazón", explica Antonio Ventín, entrenador personal en el gimnasio pontevedrés GV Sports. Él y la dietista-nutricionista Lucía Vázquez explican cómo ponerse en forma sin cometer los clásicos errores. Y para plasmar sus recomendaciones, qué mejor 'paciente' que Rodrigo Cota, una persona que afirma, solemne, que "BurguerKing es el paraíso". Antonio no tiene duda: "Cota cumple con todo lo negativo de los libros de Fisiología".

Pero no es el único. Ni de lejos. El estudio Epidemiología de la obesidad en España, publicado en verano, revela que Galicia es la segunda comunidad de España (solo nos ganan los asturianos) con mayor porcentaje de población obesa. Y que uno de cada cuatro gallegos presenta un problema de sobrepeso, es decir, su Índice de Masa Corporal (IMC) es superior a 30 (un peso normal se situaría entre 18,5 y 24,9).

La situación es igual de alarmante si nos asomamos al exterior. Según la Organización Mundial de la Salud, España es el segundo país de Europa con más exceso de cintura, solo superada por Gran Bretaña, y estamos en el 'top ten' mundial, que encabeza Estados Unidos.

Los expertos coinciden: Cota cumple todo lo negativo de los libros de Fisiología

Un estigma que no solo causa estragos entre los adultos, sino también en los niños. La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, siendo los países mediterráneos los que presentan los peores datos de Europa: Italia, Chipre, España y Grecia tienen un porcentaje de obesidad entre los niños de entre un 18% y un 21%, y entre un 9% y un 19% en el caso de las niñas. En el otro extremo, los estados con menos obesidad infantil son Francia, Noruega, Irlanda, Letonia y Dinamarca, donde la prevalencia no alcanza el 10%.

Ante semejante panorama, no es de extrañar que después del verano se produzca un repunte de matrículas en gimnasios y centros de salud. "Hay tres fechas calientes durante el año: enero, la llegada del calorcito y septiembre", apunta Lucía Vázquez, tras poner de manifiesto una realidad preocupante: "La sociedad se ha acostumbrado a que la gente tenga sobrepeso, lo ve como algo normal, porque la mala alimentación no duele hasta que duele de verdad, cuando vienen los cánceres, los ictus, los infartos...".

Rodrigo Cota en el gimnasio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

LA CULTURA DEL PLATO. Este conformismo social tiene un añadido en Galicia, "que todo lo hacemos alrededor de la comida: cuando quedamos con amigos, las reuniones familiares, las celebraciones... siempre hay comida de por medio".

Por no contar el sedentarismo derivado de los nuevos hobbies de niños y adolescentes: las tabletas, el móvil y las videoconsolas han relegado a los juegos populares (trompo, canicas, aro, pilla-pilla o escondite) a un reducto de la nostalgia.

La mala nutrición no duele hasta que llegan los ictus, los cánceres y los infartos
 

Cuando una persona toma la decisión de llevar una vida más sana, debe estar convencida de su objetivo. "El que viene por obligación está condenado al fracaso", asegura Lucía Vázquez. El día que Rodrigo Cota comenzó el desafío de someterse durante seis meses a las directrices de ambos expertos, la nutricionista le preguntó si acudiría a su clínica para recoger la dieta. La respuesta fue más contundente que un cocido de Arguiñano: "Ni de coña, por aquí no vengo. ¡Esto es el infierno!".

Pero tras la coña inicial, Cota ha mostrado una sorprendente voluntad de llevar a buen puerto su desafío.Aunque también es cierto que su estudio de composición corporal disparó todas las alarmas: "El cuerpo humano es sorprendente, y si bien es cierto que nos esperábamos algo así, los datos de Rodrigo son incompatibles con lo que dicen los libros", exclama Antonio Ventín.

De momento, ha seguido las pautas recomendadas para cualquiera que quiera mejorar su condición física después de un cierto letargo. "No se puede empezar a hacer deporte como un loco. El ejercicio tiene que estar pautado y lo primero es que el médico nos dé el OK. A continuación, sería aconsejable visitar a un nutricionista para que corrija los malos hábitos en nuestra alimentación e introduzca los correctos. Y ya después, el deporte", puntualiza Ventín, tras criticar a esas personas que, de la mañana a la noche, empiezan a realizar esfuerzos brutales en un inexplicable derroche de endorfinas.

Médico, dietista y deporte, por este orden, antes de iniciar el cambio a hábitos saludables 

"Cada fin de semana hay carreras y vemos con demasiada frecuencia casos de infartos y, a veces, fallecimientos. Hay algunos inevitables (como el de Antonio Puerta), pero otros se deben a que la persona no está preparada y el cuerpo avisa. Generalmente, manda señales en forma de calambres, roturas fibrilares, contracturas... pero cuando el que falla es el corazón, malo", agrega.

Los peores son los que han hecho deporte hace años y llevan una temporada de sedentarismo, "porque se creen que pueden llegar a los niveles de antes y acaban rompiendo por algún sitio".

De ahí la importancia de realizar ejercicio físico con moderación, poco a poco. En el caso práctico de Rodrigo Cota, que en sus 53 años lo más cerca que ha estado del deporte fue en las gradas de Pasarón, lo primordial es "que aprenda a escuchar a su cuerpo cuando hace un esfuerzo, saber usar el pulsómetro y alternar trabajo con descanso". Antonio Ventín relata que la pauta de estos primeros días pasa por "hacer algo de cinta, corrección postural para mejorar la respiración y ejercicios de fuerza".

ERROR COMÚN. Un apartado, por cierto, en el que el preparador físico hace especial hincapié. Y se dirige sobre todo a los que practican deporte con regularidad. "La gente que realiza trabajo aeróbico, como correr o bicicleta, suele descuidar la fuerza, y las pesas son básicas para tonificar los músculos. Lo mismo que los estiramientos, que no siempre se realizan con la frecuencia ni la intensidad que se debería". Y pone como ejemplo el pádel, deporte en pleno auge y cada día con más adeptos, "que es muy explosivo y con movimientos muy amplios, donde suele ser habitual que la gente llegue a la pista y se ponga a golpear la bola sin calentar correctamente brazos, tobillos, rodillas, muñecas...".

Volviendo la vista a la alimentación, Lucía Vázquez destaca que lo importante no es tanto bajar de peso como reducir la grasa corporal, "que, en el caso de Rodrigo, está centrada en la cavidad abdominal y por eso el elevado riesgo para la salud".

Si existieran realmente las dietas milagro, ¿no crees que habría más gente delgada?
 

Pero el trMenúsabajo que tiene por delante es complejo. El columnista es un hueso duro de roer. "Quien mira por su salud no bebe alcohol a diario, hace deporte y come fruta y verdura", alerta. "Yo no hago nada de eso. Burguer King es el paraíso", replica él. "Si conmigo buscáis la fama, lo lleváis claro", advierte a los dos expertos.

Lucía le da dos opciones: dieta cerrada o dieta con opciones. Cota responde que mejor cerrada "y hecha con buen rollo, porque si no, no la cumpliré. Y aún así me va a costar de carallo". "La pérdida de peso nunca es lineal ni constante. En cuanto modifiques tus hábitos empezarás a bajar de peso (...) pero para mantenerlo en el tiempo es muy importante que sigas un buen plan personalizado de dieta y actividad física", le recomienda.

0,5-1 KG. SEMANAL. Explica que lo recomendable, a la hora de adelgazar, es perder entre medio kilo y un kilo a la semana. "Pero a veces, aún a pesar de hacer las cosas muy bien, solo se pierden 300 gramos, por ejemplo, y ahí es donde viene la frustración y el desánimo con las dietas, por pensar que la pérdida de peso es lineal y constante", alerta.

En este sentido, Lucía Vázquez desmiente la eficacia de las conocidas como 'dietas milagro', que prometen resultados espectaculares en un corto margen de tiempo. Además de advertir sobre su peligro para la salud, responde con una pregunta: "Si realmente existieran y fuesen tan buenas, ¿no crees que habría más gente delgada? Desde que yo era joven siempre se ha buscado la dieta ideal, la perfecta. Pero no existe. La clave no es hacer dieta, sino aprender a comer de forma saludable. A partir de ahí llegarán los resultados", garantiza.

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