Los días en la nieve pueden ser maravillosos. ¿A quién no le encanta deslizarse sobre ella, hacer el ángel, muñecos o incluso una guerra de bolas? La diversión está asegurada.
Pero no hay que olvidarse de los efectos que la nieve causa sobre nuestro cuerpo. El frío extremo y nuestro contacto directo con ella implica un mayor cuidado de la piel. Por eso te damos los mejores consejos para superar un día en la nieve.
PROTECCIÓN SOLAR. El protector solar no está reservado solo a los días de playa. La luz solar se refleja con más intensidad sobre el blanco de la nieve, lo que implica que una mayor radiación recae directamente sobre la piel. Por eso se hace necesario una crema solar, con no menos de factor de protección 50. En el mercado se pueden encontrar protectores solares específicos para la radiación reflejada por la nieve.
HIDRATACIÓN EXTRA. El frío polar es otro enemigo de la piel. Las bajas temperaturas la resecan, agrietan y sensibilizan. Por eso es necesario hidratarla al máximo en esta época. Lo primordial es poner especial atención en las zonas que sufren una exposición más directas, como la cara (con especial atención al contorno ocular y a los labios) y las manos. Pero no por ello debemos olvidarnos del resto del cuerpo, aunque esté cubierto.
Tampoco se debe desatender el cabello. Al igual que ocurre con las altas temperaturas, el pelo también sufre con el frío y es necesario extremar la hidratación.
