"Os refuxiados sobreviven grazas aos voluntarios"

Dos mujeres, madre e hija, que se liaron la manta a la cabeza y viajaron a Lesbos para ayudar a los refugiados que huyen de la guerra. Un payaso que convierte las lágrimas en risas para devolver la infancia a los niños. Este viernes contaron su experiencia en el Museo
Natalia Fernández, Peter Punk, Isabel Juncal y Celia López durante el coloquio de este viernes en el Sexto Edificio
photo_camera Natalia Fernández, Peter Punk, Isabel Juncal y Celia López durante el coloquio de este viernes en el Sexto Edificio

"Llegaron cinco mujeres y diez niños pequeñitos, uno de ellos con hipotermia. Lo cogí en brazos. Me hubiera quedado ahí toda la vida, con la mantita. Fue muy especial". Isabel Juncal no puede evitar emocionarse al recordar una de las experiencias más impactantes que vivió el pasado mes de marzo en un campo de refugiados de Lesbos (Grecia), donde permaneció 20 días ayudando a cientos de personas que cada noche llegaban a las playas a bordo de débiles embarcaciones que se rompían nada más tocar tierra. "Vigilábamos 15 kilómetros de costa. Los hombres se tiraban al mar y las madres lanzaban a los niños para que los cogiéramos primero".

Las vivencias de esta treintañera viguesa formaron parte del coloquio ‘Galegas e galegos implicados na solidariedade’, incluido en las jornadas ‘Na procura do refuxio’, organizadas por la Deputación de Pontevedra y que se desarrollaron ayer en el Sexto Edificio del Museo. La periodista Natalia Fernández moderó un coloquio en el que, además de Juncal, participó su propia madre, Celia López, y Peter Punk, integrante del colectivo gallego Pallasos en Rebeldía, que lleva la alegría a lugares donde más la necesitan, como Palestina, Sáhara, Chiapas o los campamentos de refugiados, "que máis ben son campos de concentración".

Peter Punk: "Pregúntome que intereses hai detrás desta situación e cal é o noso grao de responsabilidade á hora de votar"


"O noso traballo é igual que aquí. Facer rir para que os máis pequenos volvan ser nenos por unhas horas, que recuperen a súa infancia. Están nunha situación terrible. Foxen dunha guerra arriscando a súa vida en busca dunha vida mellor", señaló Punk, quien estuvo en Idomeni (Grecia). Asimismo, cargó duramente contra "as autoridades políticas e os mercados, que son os responsables das guerras" que provocan esta situación y se preguntó "que intereses hai detrás disto" y "cal é o noso grao de responsabilidade á hora de votar". De hecho, lamentó que es únicamente la sociedad civil, a través de asociaciones como Médicos sin Fronteras y Save the Children o de particulares, la que se está movilizando. "A xente sobrevive grazas á axuda dos voluntarios. Alí foi onde o noso traballo cobrou máis sentido, porque non hai nada de nada".

Además de llevar "a nosa arte e alegría", Pallasos en Rebeldía también realiza acciones de denuncia. Peter Punk coincidió con sus compañeras de mesa en que en los campos "recibimos máis do que imos dar". "Somos os cascos azuis da humanidade. Debería haber máis pallasos e menos soldados".

Celia López, de 67 años, es originaria de Cenlle (Ourense) y reside en Vigo. En noviembre de 2015 una amiga le anunció que se iba a Lesbos y decidió acompañarla.

IDIOMA UNIVERSAL. "Tiña moito medo polo idioma pero a linguaxe non verbal é universal". La sexagenaria explicó que en la isla griega atendían las necesidades más urgentes y prestaban apoyo emocional, ya que los refugiados "viñan co posto. Deixaron todo atrás, moitos ata a familia, se non é que lla mataran". No podrá olvidar jamás las expresiones de "sufrimento, terror e desconfianza" que mostraban aquellas personas al bajarse de los endebles botes y que después cambiaban por la gratitud. "Escapan porque os obrigan. Perden a súa identidade" y sufren la "miseria humana, en forma de mafias e autoridades que abusan do seu poder. A industria da guerra ten intereses creados".

La experiencia animó a su hija Isabel a viajar a Lesbos cuatro meses después. Dejó la isla justo cuando se firmó el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para frenar la entrada de refugiados en Grecia. "Huyen de una guerra que no buscaron y su esperanza es llegar a la Unión Europea, porque en teoría los tratamos como personas. Esperemos que se busque una solución y no solo sobornar a Turquía para que los mantengan retenidos", remachó Juncal.

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