Una testigo y un tatuaje acorralan a Dani Alves

El futbolista, que quiere declarar de nuevo y podría cambiar de abogado, fue trasladado a la cárcel de Brians 2
Dani Alves. ARCHIVO
photo_camera Dani Alves. ARCHIVO

Dani Alves pasó este lunes su primer día en la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), adonde fue trasladado desde la de Brians 1. Según informan fuentes cercanas al centro, tras una breve estancia en el departamento de ingresos, los responsables de Brians 2 le asignaron una celda en el módulo 13, que suele albergar a la mayoría de investigados o condenados por delitos contra la libertad sexual, aunque también los hay por otras infracciones penales.

Testigos y un tatuaje revelador

Según La Vanguardia, una testigo de la presunta agresión sexual de Dani Alves la noche del 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona también declaró que el futbolista se propasó con ella. Esta mujer, que estaba con la víctima de la violación, afirmó ante la jueza que el brasileño la manoseó y puso la mano en sus zonas íntimas.

Otro de los detalles que trascendió del sumario de la investigación tiene que ver con un tatuaje de Dani Alves. El exlateral del Barcelona no pudo explicarle a la jueza por qué la denunciante sabía que tenía tatuada una media luna en el abdomen.

Esta sería otro de los indicios que acorralan a Alves, junto a las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca o la credibilidad que los Mossos dan al testimonio de la víctima, sin contradicciones a diferencia de los que dio el brasileño. Además, el parte médico apunta a lesiones de poca gravedad compatibles con un forcejeo y se recogieron restos biológicos para analizar si son compatibles con los del brasileño.

Los nuevos días de Alves

El traslado responde a la necesidad de las autoridades penitenciarias de garantizar tanto la intimidad de un preso extremadamente popular como su seguridad. Así, el futbolista no tendrá que acudir a duchas comunitarias, por ejemplo.

Al menos los primeros días, Alves compartirá celda con otro recluso que ejercerá el papel de lo que en la jerga penitenciaria se conoce como "preso de confianza", cuya misión es ayudar a superar la sensación de angustia y estrés que puede causar entrar en prisión, especialmente a las personas que nunca han estado en una penitenciaría.

Alves permanecía en el módulo de ingresos de la cárcel Brians 1 desde el pasado viernes, cuando una jueza de Barcelona decretó su ingreso en prisión sin fianza, acusado de violar a una joven en un baño de la discoteca Sutton de la ciudad condal la noche del 30 de diciembre.

Según las informaciones que ayer salieron a la luz, la familia del futbolista quiere que cambie de abogado, algo a lo que se resiste. Sus letrados se han marcado como objetivo sacar cuanto antes a Alves de la cárcel, cambiar el auto de prisión por otra medida como la prohibición de salir de territorio nacional, retirada de pasaporte o una fianza.

Para ello se presume decisiva la intención de Alves de declarar de nuevo ante el juez. Y es que el brasileño ofreció tres versiones distintas. Primero dijo que no conocía a la joven, después aseguró que habían mantenido relaciones sexuales, y que lo había negado con anterioridad para preservar la intimidad de la mujer, y, por último, declaró que había sido ella quien se había abalanzado sobre él.

La ausencia de una versión sólida de Alves, la declaración de los testigos, el visionado de las imágenes de las cámaras de seguridad y el examen forense que se practicó a la denunciante cuando fue atendida en el hospital Clínic de Barcelona llevaron a la jueza a decretar prisión provisional para el brasileño.

La declaración de la joven, de 23 años, fue mucho más sólida. Señaló que el acoso había comenzado en un reservado de la discoteca, como se puede ver en las grabaciones. "Se me puso detrás, empezó a decirme cosas, y llevó mi mano a su entrepierna, a lo que me resistí", dijo la víctima, que renunció a ser indemnizada en caso de que el jugador sea condenado.

Alves la llamó desde la puerta de otro cuarto, que resultó ser un lavabo. "Cerró la puerta. Le dije que me quería ir y él me contestó que no. Me decía que le tenía que decir que yo era su putita", relató la joven. "Me cogió por la parte de atrás de la cabeza y me tiró al suelo; me hice daño en la rodilla". "Me bajó la cabeza hacia su pene como para hacerle una felación. Me resistí pero él era mucho más fuerte que yo. En ese momento me empezó a pegar bofetadas, estuvo un rato pegándome en la cara. Sentí que me ahogaba, no porque estuviera apretando, sino por la angustia. No llegué a hacerle la felación. Me levantó él mismo», dijo a la policía catalana.

Después relató que el futbolista la puso contra el váter y la penetró hasta eyacular. Alves abandonó el lugar y la joven lo hizo tiempo después, presa de los nervios y entre lágrimas. Al abandonar el local, el portero le preguntó: "¿Qué pasa, mal de amores?", una amiga de la víctima contó lo que había sucedido y la discoteca activó el protocolo para agresiones sexuales, que llevó a la mujer al hospital y después a comisaría, donde presentó una denuncia tras la que Alves pasa sus días en la cárcel de Brians 2.

Cristóbal Martell, nuevo letrado de Alves

El prestigioso abogado penalista Cristóbal Martell defenderá al exjugador del Barça Dani Alves junto a la letrada Miraida Puente Wilson.

Según ha informado este martes la abogada a través de un comunicado, tras la decisión de la jueza de enviarlo a prisión sin fianza, Alves ha querido "reforzar" su defensa con un especialista en derecho penal, para lo que ha elegido al bufete que dirige Cristóbal Martell.

Martell es uno de los abogados más reputados de Barcelona y, como tal, lleva al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y a su familia en la causa de presunta corrupción que tiene en sus manos la Audiencia Nacional y ha representado al futbolista Leo Messi en su litigio por fraude fiscal, además de otros muchos casos vinculados con delitos económicos.

Miraida Puente, que asesora a Alves en sus distintas empresas y actividades mercantiles, fue la abogada que lo asistió en su detención del pasado viernes y su declaración ante la jueza instructora, que tras la comparecencia acordó enviarlo a prisión preventiva, sin fianza.

En su comunicado, la letrada recuerda que asistió al futbolista "en cuanto distintos medios de comunicación adelantaban la existencia de la causa judicial y su concreto objeto, coadyuvando con la fuerza policial y el propio juzgado a la voluntaria puesta a disposición de Dani Alves".

El futbolista, recalca el comunicado, se encontraba en el extranjero y, a través de la abogada, se ofreció a "prestar declaración y defender su inocencia". 

No obstante, "el desarrollo de los acontecimientos y la privación de libertad sufrida" han llevado a Alves y a la letrada a "reforzar" su defensa con un especialista en derecho penal, quien, añade el comunicado, "colaborará" con Miraida Puente en la investigación y eventual juicio a Alves, para "restablecer su honor y dignidad y, en suma, demostrar su inocencia de los hechos que le son imputados".