Polémica en la República Checa por un 'reality' sobre la ocupación nazi

'Vacaciones en el Protectorado', que ha cosechado numerosas críticas por su "falta de tacto", muestra como una familia actual sobrevive a las difíciles condiciones de vida de la época
Escena del 'reality show' checo
photo_camera Escena del 'reality show' checo

Una asustada familia checa asiste con terror a las redadas de la Gestapo -la policía política nazi-, sufre la escasez del racionamiento y ve con desconcierto los ajustes de cuentas entre sus vecinos.

Esto no es una película histórica o un documento de época sino un polémico programa de 'telerrealidad' de Ceská Televize (CT), la cadena pública de la República Checa, que ha recreado la ocupación nazi de la entonces Checoslovaquia (1939-1945).

Críticos de televisión, representantes de la comunidad judía y simples telespectadores no se ponen de acuerdo sobre el programa 'Dovolená v Protektorátu' ('Vacaciones en el Protectorado'), que algunos critican por su falta de tacto, mientras que otros lo ven como un aporte valioso para entender la historia del país centroeuropeo.

El programa, rodado el verano pasado y dividido en ocho capítulos, muestra como una familia actual sobrevive a las difíciles condiciones de vida de la época entre un elenco de actores que interpretan a los nazis y a sus propios vecinos.

Los participantes en el programa fueron elegidos entre cientos de personas que se presentaron a una convocatoria pública de CT.

"Más que historia sobre un tema tan controvertido como es el Protectorado, la gente quería un espectáculo más interesante. Es una obra barata y aburrida", asegura Mirka Spacilova, crítica de cine y televisión del diario Mlada Fronta Dnes.

Los participantes fueron elegidos entre cientos de personas que se presentaron a una convocatoria pública de la cadena de televisión pública checa

CT dice que se ha inspirado en 'Schwarzwaldhaus 1902', de la televisión pública alemana o 'Wartime Farm' de la BBC británica, que recrea también las condiciones de vida durante la II Guerra Mundial.

La familia de siete miembros, en los que se encuentran representadas tres generaciones, hace frente a las precarias condiciones de vida durante el protectorado nazi sobre Bohemia y Moravia.

El escenario es una pequeña granja en Starý Hamry, en las montañas de Beskydy, uno de los puntos más orientales e inhóspitos del país centroeuropeo.

Mientras que críticos como Spacilova no están de acuerdo con aspectos técnicos y dramatúrgicos de la serie, la pequeña comunidad judía que sobrevivió al nazismo y luego el comunismo en la República Checa habla de falta de tacto y gusto.

"Es un error vergonzoso que la televisión checa emita algo así, por la forma como se muestran hechos históricos, y por la falta de tacto y gusto", explica a Efe Leo Pavlát, director del Museo Judío de Praga.

Critica además "la total falta de empatía con aquellos que fueron víctimas de la violencia nazi o cuyos seres cercanos murieron en la guerra".

Durante la ocupación nazi unos 270.000 judíos checoslovacos fueron asesinados en campos de concentración, así como otros 100.000 checos y eslovacos que mostraron su oposición al Tercer Reich.

Los productores quisieron plantear supuestas situaciones reales, documentadas por los historiadores, como la acogida a refugiados desplazados por Alemania tras la ocupación hitleriana.

Los productores quisieron plantear situaciones reales como la acogida a refugiados desplazados por Alemania tras la ocupación hitleriana

La postproducción de la serie está además condimentada con imágenes y grabaciones históricas de la época, lo que pretende darle un toque de realismo.

Un aspecto polémico es que a cada miembro de la familia se le prometió un premio de unos 40.000 euros si aguantaban hasta el final del proyecto, un gancho monetario similar a otros programas comerciales de telerrealidad.

Para evitar problemas psicológicos, los siete protagonistas han estado bajo la supervisión de profesionales a lo largo del rodaje.

La única diferencia entre los participantes y los antiguos moradores del protectorado es que los actuales "saben que no van a morir", señaló ante la primera emisión Lenka Polakova, productora de la serie.

Algunas reacciones del público han sido positivas, sobre todo en los foros de internet de CT, donde una telespectadora que se identifica como Dominika se alegra de que "por fin" haya "un programa realmente interesante, con una idea genial".

Otros han criticado que no se haya elegido para la serie una familia de la resistencia al régimen nazi.

"Habría sido interesante seguir hasta qué punto habrían sido capaces de llegar", señala otra espectadora, que firma como Maria.

Ante comentarios benévolos como estos, Pavlát se muestra "muy decepcionado".

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