WWF advierte de que 2009 puede ser un año nefasto en materia de incendios

Los 22 grandes incendios declarados en lo que va de año convierten a 2009 en el periodo con más grandes incendios de la última década, según los datos disponibles hasta finales de julio y facilitados por WWF. Según esta organización ecologista, los 9.915 siniestros ocurridos, con 75.000 hectáreas de superficie calcinada, ratifican "las carencias" de las políticas forestales españolas en gestión, "para hacer que el bosque sea menos vulnerable a los grandes incendios".

En un comunicado, WWF ha denunciado además que más de la mitad de la superficie calcinada se ha quemado en los 22 grandes incendios forestales, denominados así porque la superficie arrasada es superior a las 500 hectáreas."Estamos aún a tiempo de que 2009 no termine siendo el peor año de la década, si conseguimos que no se queme más superficie", ha declarado Félix Romero, el responsable del programa de bosques de WWF.

Piden una nueva estrategia

Hasta finales de julio, se han registrado 1.200 siniestros más que durante el mismo periodo de 2008, por lo que es "imprescindible avanzar en una estrategia política para acabar con esta amenaza", ha considerado WWF. En concreto, WWF solicita que se refuerce la presión judicial y que se desarrolle en España "una política forestal que dinamice el bosque como motor de un modelo socioeconómico sostenible con el medio rural".

Para WWF, la eficacia de los dispositivos de extinción ha sido similar a la de 2008, un año meteorológicamente muy favorable, en el que los retenes consiguieron controlar más del 58 por ciento de los conatos (aquellos incendios que afectan a una superficie inferior a una hectárea).

Pérdidas millonarias
Las 75.000 hectáreas quemadas hasta el momento arrojan unas pérdidas estimadas en unos 385 millones de euros, a los que habría que sumar los gastos de extinción y prevención, ha estimado esta organización.

Existen diferencias entre las comunidades autónomas respecto a la inversión y la gestión forestal que realizan, ha criticado WWF, que ha subrayado además que estas diferencias son "muy graves en un medio rural despoblado, envejecido y vulnerable frente a las condiciones climatológicas típicas del verano en España".

En relación al número de siniestros producidos en los primeros siete meses de 2009, la cifra es solo un cuatro por ciento inferior a la media de la década, pero un 22 por ciento superior a la de 2008 y casi el doble que la de 2007. WWF ha recordado también la necesidad de la colaboración ciudadana para evitar incendios por descuidos y para ayudar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, con el fin de disuadir a los incendiarios y facilitar su identificación y detención.

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