Rusia ha escogido a Yulia Samóylova para Eurovisión 2018, después de que Ucrania —donde se celebrará esta edición del festival— vetara a la cantante por una serie de conciertos en Crimea, donde no contaba con ningún tipo de autorización. "Saben que por parte de Rusia participará Yulia Samóylova", dijo Kontantín Ernst, el director general del Canal 1 de la televisión rusa.
'The flame is out', así tituló la Unión Europea de Radiodifusión(UER) la decisión del país organizador. Un pequeño guiño al single que la artista presentaba a la segunda semifinal del certamen,'Flame is burning'.
Las tensiones entre Ucrania y Rusia a causa del territorio de Crimea han jugado un papel fundamental en la decisión de los anfitriones
El Canal 1 de la televisión rusa informó de que había recibido una carta de la UER, en la que finalmente no podía haber mediado en favor de su compatriota. "Consideramos el rechazo de la parte ucraniana absolutamente sin fundamento y un intento de Ucrania de politizar el concurso, mientras que el objetivo de sus 62 años de historia ha sido unir a los pueblos", señaló el Ersnt.
Las dos propuestas que propuso la organización encargada del festival cayeron como una broma de mal gusto en territorio ruso. Samóylova, una cantante postrada en silla de ruedas por una atrofia muscular, debía actuar a través de videoconferencia o bien, el país debía escoger a otra participante.
Una pena que las diferencias políticas y las presiones territoriales sean las encargadas de decidir los participantes de un evento cuya misión, según el presidente del comité directivo del concurso, Frank-Dieter Freiling, es la de " unir a todos los países en una competición amistosa".
