No se reconoce ni ella misma delante de un espejo. Renée Zellweger, la mítica cara de Bridget Jones en la gran pantalla, ha dejado al mundo con la boca abierta al reaparecer tras su paso por el quirófano.
No es la primera vez que nos sorprende con un cambio de look y sus aumentos de peso para dar vida, justamente, a la protagonista de la saga, también dieron de que hablar, pero ahora está totalmente irreconocible.
La actriz, de 45 años, posa sonriente como diciendo 'aquí no ha pasado nada', pero esta vez se ha excedido y mucho, se mire por donde se mire: ya no hay atisbo ni de su nariz, ni de sus ojos, boca o expresión. ¡Adiós Zellweger!
Como siempre, el escándalo en las redes sociales traspasa fronteras y los usuarios de Twitter no hablan de otra cosa esta tarde.
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