Condenado a 21 años de cárcel por degollar a un conocido tras discutir por su perro

El joven asestó varias puñaladas por sorpresa al fallecido cuando estaba viendo un partido de fútbol con unos amigos

Sede de la Audiencia Provincial de Alicante. EFE
photo_camera Sede de la Audiencia Provincial de Alicante. EFE

La Audiencia de Alicante ha condenado a 21 años de prisión por un delito de asesinato a un joven acusado de degollar y apuñalar varias veces a un conocido en un pub de la pedanía alicantina de Villafranqueza tras una discusión sobre su perro, según la sentencia dada a conocer este miércoles.

El fallo, facilitado por el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV), recoge los hechos que declaró probados un jurado popular al término del juicio. Según ese veredicto, el 25 de febrero de 2017, el acusado, de 23 años, se dirigió al establecimiento y asestó varias puñaladas de forma sorpresiva a la víctima cuando ésta se encontraba viendo un partido de fútbol en compañía de unos amigos.

El acusado guardaba animadversión hacia al fallecido porque le culpaba de los daños físicos que había sufrido su perro al tragarse una piedra.

La resolución judicial establece que le atacó por la espalda sin mediar palabra y se ensañó con él. Así, tras dejarlo herido de muerte por las múltiples cuchilladas que le infligió, lo persiguió hasta la puerta del pub y le seccionó el cuello, al tiempo que le propinaba varias patadas en la cabeza mientras decía "esto es por mi perro".

A partir del veredicto emitido por el jurado, el magistrado de la Audiencia de Alicante que presidió la vista oral considera acreditado que el asesino actuó con alevosía y ensañamiento. Del mismo modo, el juzgador descarta que el asesino sufriera una alteración psíquica, aunque sí aprecia en su actuación la atenuante de confesión, pues admitió el crimen ante la Policía antes de saber que existía un procedimiento judicial contra él por estos hechos.

La sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJCV, impone al acusado, además de la pena de cárcel, cinco años de libertad vigilada y la obligación de indemnizar a la madre del fallecido con 240.000 euros.