Confiesa que violó y agredió a su prima insconsciente: "La quería muchísimo"

La joven sufre graves secuelas tras lo sucedido en septiembre de 2019: "Pensaba que no iba a sobrevivir"
El Palacio de Justicia de Segovia. GOOGLE MAPS
photo_camera El Palacio de Justicia de Segovia. GOOGLE MAPS

El joven acusado de intentar matar a su prima a golpes y, una vez que no lo consiguió, aprovechar que estaba inconsciente para violarla en septiembre de 2019 en Turégano (Segovia), ha confesado que la agredió y la violó: "La quería muchísimo, no entiendo los actos", ha afirmado respecto a su proceder.

La Audiencia de Segovia ha comenzado este martes un juicio en el que C. P., que tenía 24 años en el momento de los hechos, se enfrenta a 30 años de cárcel y 20 años de libertad vigilada por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de agresión sexual.

Según el relato del fiscal, los dos primos, originarios de Honduras pero con residencia en España desde hace mucho tiempo, estaban el 6 de septiembre de 2019 cenando en la casa de la víctima, de 18 años, en Turégano, y se disponían a ir a las fiestas de una localidad próxima, Carbonero El Mayor.

De acuerdo al escrito del Ministerio Público, ella se estaba arreglando para salir cuando él le dio un puñetazo en la cabeza, la tiró al suelo, la inmovilizó, intentó ahogarla con un cojín y luego con sus manos le dio una serie de golpes que la dejó inconsciente y, una vez quedó en ese estado, aprovechó para violarla.

El acusado se ha negado a contestar a preguntas del fiscal y al abogado de la víctima, que ejerce la acusación particular, y ha dejado constancia de sus preguntas, entre ellas si el acusado es consciente de que, al no dar explicaciones de los hechos, la recuperación de la víctima es aún más difícil.

Esta defensa ha explicado a los medios antes del juicio que la víctima tiene secuelas psicológicas gravísimas, que se mudó a 600 kilómetros de Segovia después de los hechos y aún no es capaz de salir de casa, y que en su día tuvo que abandonar los estudios: "No le ha quitado la vida, pero le ha robado la juventud", ha asegurado.

Por su parte, el acusado ha relatado los hechos en su declaración de forma similar a como los recoge el fiscal: ha reconocido los golpes que le propinó, aunque ha negado que la intentara asfixiar, y ha calificado el estado de la víctima de "semiinconsciente" cuando la agredió sexualmente.

Antes, el acusado había explicado que ambos tenían una relación muy buena, de amistad, que él había intentado tener relaciones íntimas con ella, pero esta se había negado, lo que ocasionó un enfriamiento de la relación durante un mes, pero luego la retomaron.

"Me hubiera gustado ser su novio", ha expresado el procesado, quien ha roto a llorar cuando su abogada le ha preguntado por qué cree que cometió los hechos, a lo que ha respondido "la quería muchísimo, no entiendo los actos" y, preguntado sobre si se arrepiente, ha dicho "un montón, todos los días".

La joven: "Pensaba que no iba a sobrevivir"
La joven, por su parte  ha relatado este martes en el juicio su traumática experiencia. "Pensaba que no iba a sobrevivir", ha afirmado.

La víctima, que ha relatado el suceso hasta el momento en que quedó sin consciencia y ha precisado que, en un momento mientras intentaba asfixiarla, el agresor le dijo "te quiero ver muerta" y, preguntada sobre qué sintió mientras recibía los golpes, ha respondido que solo pensaba que iba a morir.

Después, a preguntas de su abogado, la víctima ha relatado las secuelas físicas y psicológicas que sufrió como consecuencia del episodio vivido, que la llevó a mudarse a otra localidad ubicada a 600 kilómetros de Segovia con su madre y "romper con todo", en palabras de su letrado.

Ha declarado que ahora recibe terapia psicológica y también medicación para dormir porque, desde entonces, tiene pesadillas con lo ocurrido cuando intenta conciliar el sueño.

Su madre también ha declarado en el juicio y ha precisado que durante el primer año en su nuevo hogar intentaron que retomara sus estudios, pero fue incapaz de acudir a clase porque tenía ataques de pánico al estar con el resto de jóvenes.

Las secuelas físicas –dos manos escayoladas porque él le rompió los dedos al inmovilizarla, la cara morada por las contusiones y el pelo rasurado en parte de la cabeza– también dificultaron que hiciera una vida normal, por lo que perdió un año lectivo.